Aunque los viajes han sido uno de los aspectos que más se han democratizado en los últimos tiempos, gracias al incremento de la información a través de los nuevos medios y las compañías aéreas y hoteleras de bajo coste, sigue siempre imposible por cuestiones puramente de tiempo y dinero llegar a todos esos sitios que nos gustaría conocer en persona.

Google otra vez

Una vez más, la tecnología viene en nuestra ayuda y, una vez más, es Google quien encabeza la solución para aquellas mentes inquietas amantes del arte a las que les gustaría visitar los principales museos del mundo para admirar las obras que encierran. Google, dentro de su Google Cultural Institute, busca hacer accesible la cultura mundial a cualquier habitante del planeta en cualquier parte.

Arts & Culture

El gigante de Mountain View colabora con instituciones culturales, centros de arte, organizaciones educativas, galeristas y artistas de todo el mundo para compartir sus obras en una plataforma interactiva inabarcable. Dentro de esa iniciativa destaca Google Arts & Culture, un inmenso museo virtual que nos permite pasear por algunas de las pinacotecas más importantes de un modo similar al que ya nos guía por las ciudades con Street View. En esta caso, la diferencia es que podemos admirar las obras digitalizadas hasta el detalle de los brochados o cincelados del artista.

1.000 centros. 250.000 obras

El Museo Guggenheim de Nueva York, Orsay de París, la Tate Modern de Londres, el Museo di Roma en la ciudad imperial o el Museo Arqueológico y la fundación Thyssen-Bornemisza de Madrid son algunas de las instituciones que abren sus puertas para que usuarios de todo el mundo puedan recorrer sus pasillos sin moverse de la silla. En total, el instituto cultural de Google colabora con más de 1000 centros de 70 países, incluyendo lugares tan exóticos como Corea del Norte, para mostrar 250.000 obras escaneadas a formato digital hasta sus más nimios detalles. Sus responsables son conscientes de que nada podrá sustituir a la sensación de estar realmente delante de esas obras. Impresionarse con su tamaño y las formas reales que transmiten a quien las ve “en vivo”. Pero su misión es otra. Por un lado, acercar la cultura a aquellos que de otra manera jamás tendrían acceso a estas obras y por otro, despertar la curiosidad y el amor por el arte.