Una forma en que el uso de energía puede ser reducido es a través de la iluminación, aunque el cambio de las bombillas incandescentes o lámparas de descarga a las más ambientalmente amigables LED puede ser costoso. En una encuesta de 2014 de 300 alcaldes, 82% afirmó que el cambio a LED es de alta prioridad, pero que enfrenta obstáculos importantes a la aplicación - a saber, las limitaciones presupuestarias (84%) y los costos iniciales asociados (71%).