En muchas ocasiones los esfuerzos por ahorrar y optimizar el consumo de energía se centran en elementos móviles, como los coches, a los que claramente concedemos la capacidad de consumir recursos. Pero pocas veces nos paramos a pensar en el gasto energético que tiene un elemento urbano mucho mayor como es un edificio, dado que el 40% del consumo de energía en la Unión Europea es en estas construcciones.

III Congreso de Edificios Energía Casi Nula

Pero esto no ha sucedido con los expertos en el sector, que desde hace años trabajan en el diseño de los denominados edificios de consumo energético casi nulo. El pasado mes, se celebró en Madrid el congreso que reúne a instituciones y empresas para discutir soluciones e innovaciones encaminadas a reducir drásticamente el impacto energético de los edificios, el III Congreso de Edificios Energía Casi Nula. Un edificio de consumo energético casi nulo se define como aquella estructura de viviendas u oficinas con una alta eficiencia desde el punto de vista energético, una demanda muy baja que puede ser prácticamente cubierta con fuentes renovables cercanas o incluso instaladas en el propio edificio. Estas construcciones pueden ser nuevas, pero también se discutió en el Congreso sobre procesos de rehabilitación que buscan lograr estos objetivos en edificios antiguos.

Objetivos de Kyoto

También se presentaron distintas soluciones encaminadas a cumplir los objetivos marcados por la Unión Europea, a consecuencia de los Protocolos de Kyoto, que buscan reducir las emisiones de CO2 y maximizar el aprovechamiento de las energías renovables. El objetivo es que en 2020 todos los edificios de obra nueva sean de consumo energético casi nulo. Inés Leal, directora del Congreso, quiso destacar otro factor en el desarrollo de este tipo de construcciones, además de la lucha contra el cambio climático. La apuesta por edificios con un consumo energético optimizado “ofrecen posibilidad de creación de empleo y riqueza en diferentes sectores, desde la construcción a la investigación”. Además; leal fue más allá y aseguró que el objetivo debe ser más ambicioso y lograr en el futuro “edificios de consumo energético positivo”, que necesiten menos energía de la que producen.