La economía y la producción industrial lleva 200 años en un formato que complejo de sostener en el largo plazo. Cómo todos sabemos, la economía es extractiva. Vamos a un sitio, sacamos materias primas, producimos productos y los vendemos. Cuando su uso se acaba, se tiran generando residuos. La economía de mercado además fomenta los ciclos rápidos de consumo y desecho. Las empresas más exitosas son aquellas en las que los productos entran y salen constantemente de la cadena de producción. Piensa en el petróleo por ejemplo. Una materia prima constantemente siendo extraída, siendo consumida y siendo desechada.

¿Con que resultado?

Con el que todos sabemos y que espero todos queramos revertir. La economía tal y como está diseñada ahora mismo no es sostenible y debe ser cambiada. El ciclo de extraer, consumir y desechar, no puede ser el camino a seguir. La idea de la economía circular va un poco más allá del reciclado. En el reciclado se puede buscar la idea de minimizar lo que vamos a tirar, pero con la economía circular lo que buscamos es que el producto una vez llega a su fin, se pueda volver a utilizar. Siguiendo con el ejemplo del petróleo, ¿sería posible recuperar el CO2 emitido por un coche y hacer algo con eso? Si fuéramos capaces de recuperar ese Co2 y partículas contaminantes y hacer algo con ellas, tendríamos una economía circular. El problema es que no es así.  Recuperar ese desecho hasta ahora no ha sido una prioridad ni estaba en el interés del proceso. El fabricante hacía su proceso extractivo y su puesta en el mercado sin preocuparse del ciclo completo de vida del producto.