En plena explosión del problema de los exilados sirios, se celebra este 20 de junio el Día Mundial de los Refugiados. La situación y necesidades de este grupo humano están en primer plano en la actualidad a través del duro debate que se ha suscitado en Europa entre la opinión pública y la gestión que los gobiernos están llevando a cabo. Sin embargo, ACNUR quiere ampliar la perspectiva y hacer reflexionar a dirigentes y ciudadanos sobre un problema que afecta a millones de personas en todo el mundo. El informe anual de Tendencias Globales que elabora el Alto Comisionado de Naciones Unidas, arroja cifras preocupantes. A finales de 2015, el total de personas desplazadas era de 65,3 millones, lo que supone un significativo aumento sobre las 59,5 que estaban en la misma situación solo un año antes. Parte de este aumento se debe a la situación de los ciudadanos sirios que han tenido que abandonar su país a causa de la guerra. En total, 4,9 millones de sirios se han visto obligado a huir, siendo el país con mayor número de desplazados exteriores. Afganistán con 2,7 millones y Somalia con 1,1 también presentan cifras alarmantes de exilados. ACNUR quiere también incidir en una categoría menos reconocida pero más relevante en cuanto al número de afectados, como es el de los desplazados interiores. Personas que han tenido que abandonar sus regiones de procedencia para asentarse en otras zonas dentro de su país. De nuevo Siria muestra una elevadísima incidencia con 6,6 millones de afectados, junto a los 6,9 en Colombia y los 4,4 de Irak. En total, las cifras hablar de que 1 de cada 133 ciudadanos del planeta se encuentra en situación de solicitud de asilo. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, reclama más solidaridad en las políticas de los países industrializados, mejor preparados para conceder asilo y acoger a los refugiados. “En el mar, un número escalofriante de refugiados e inmigrantes están muriendo cada año; en tierra, las personas que huyen de la guerra están encontrando su camino bloqueado por fronteras cerradas. Las políticas están gravitando hacia posturas contrarias al asilo en algunos países. La voluntad de las naciones para trabajar unidas se está poniendo a prueba hoy y es precisamente este espíritu de unidad lo que se necesita con urgencia que prevalezca”, denuncia Grandi.