¿Para que sirve un día internacional? ¿Cuál es la función de que haya una jornada dedicada en todo el mundo a este tema o a aquel asunto? ¿Tienen alguna utilidad? Seguramente su objetivo sea el de llamar la atención sobre ese hecho y que, al menos durante un día, sea foco del debate global. Si esto es así, sin duda la ciencia ficción merece uno.

La ciencia ficción nos hace como somos

Porque la ciencia ficción nos configura como humanos, como seres sociales y culturales. Nuestra capacidad para crear mundos paralelos, situaciones imaginarias, distanciadas años luz de la realidad. Para comunicarnos, entretenernos y apasionarnos con viajes en el espacio o en el tiempo. Con criaturas imposibles, con seres terroríficos o procedentes de lejanas galaxias. Por eso un grupo de apasionados en la materia han abierto un Change.org reclamando la existencia de un Día Internacional de la Ciencia Ficción. No es que sea necesario reclamar la atención sobre el género, pues no está precisamente en baja forma. Es más, podría decirse que vivimos en la edad de oro de la ciencia ficción. El cine, y en última instancia también las series, se han unido con gran fervor a la corriente y cada nuevo estreno es un éxito.

La literatura que predice

Porque, como decía el gran padre moderno del género, Isaac Asimov, “la ciencia ficción puede definirse como la rama de la literatura que expone la respuesta humana a los cambios en la ciencia y en la tecnología”. Pero mucho más que eso. En ocasiones, y Jules Verne es el gran ejemplo, es el tipo de literatura que avanza los nuevos inventos, el siguiente paso que dará el ser humano. En ese sentido, la ciencia ficción es la puerta de muchos niños hacia dos grandes vertientes humanas. Por un lado la literatura. Porque muchos nos hemos iniciado en la lectura con los mundos imaginarios y las situaciones creadas. Desde el propio Verne a J. K. Rowling o J. R. R. Tolkien, sin querer dejar fuera a Stephen King o a George R. R. Martin, entre otros muchísimos. Pero la ciencia ficción no solo ha llevado a generaciones enteras por el mundo de las letras. También ha despertado la curiosidad de millones de niños por las ciencias. Como el gran astrofísico y divulgador Carl Sagan admitía “conservo las mismas ansias de desentrañar lo desconocido de cuando tenía diez años. La ciencia ficción me llevó a la ciencia”. Sin duda son argumentos de peso para reconocer la contribución de este tipo de literatura al avance del ser humano dedicándole un día internacional.