Descorazona pensar qué meteríamos en una maleta si nos viéramos obligados a abandonar nuestro país, nuestro hogar, precipitadamente o para siempre, debido a conflictos armados, perseguidos por su condición sexual, por la amenaza de la violencia machista o la mutilación genital, dictaduras, pobreza endémica... Es algo que le ocurre a miles de personas a diario, 244 millones persona se han visto obligadas a emigrar de sus países buscando una vida mejor, y 31 millones de ellas son niños. Miles de maletas cargadas de dolor cruzando fronteras a cuyos propietarios quiere ayudar Cruz Roja con su campaña "La maleta que más pesa". Para escenificar la gran carga de equipaje que llevan estas personas, han instalado en el intercambiador de Moncloa (Madrid) una cinta transportadora con maletas que encierran las historias de cuatro personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar.

Prejuicios sobre los refugiados

Además, la iniciativa enfatiza que no todos los migrantes consiguen huir y recuerda que más de 5.200 personas han muerto este año durante su travesía, la mayor parte en el Mediterráneo (más de 4.700 personas), pero también en Centroamérica (450) y en la región del Sáhara y norte de África (440). De la campaña forma parte una página web con información sobre los flujos migratorios y distintos testimonios de personas migrantes, refugiadas y voluntarios. Además en este sitio web, denuncia que existen varios prejuicios contra estas personas basados en datos que no son ciertos, como que sólo migran hombres, cuando el 48 por ciento son mujeres; o que vienen con hijos, cuando la mayoría de ellos tienen de 20 a 64 años. Cruz Roja atendió durante 2015 a más de 100.000 personas a través de distintos programas, como la acogida integral o la lucha contra la trata de seres humanos.