El coste final para el desmantelamiento de la central de Fukushima y las compensaciones por el accidente ascenderá a más de 20 billones de yenes (unos 166.832 millones de euros/176.518 millones de dólares). Una cantidad que casi dobla los cálculos iniciales, según ha reconocido el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón. El objetivo, en todo caso, es la reparación de los dramáticos daños causados por en la central atómica de Fukushima Daiichi de un terremoto de 9 grados Richter, que ocasionó un posterior tsunami el 11 de marzo de 2011. En concreto, son tres los reactores que estaban operativos en ese momento los que sufrieron fusiones, debido a la pérdida de refrigeración. Se prevé que el coste para desmantelar los reactores -un proceso que llevará al menos 30 años- se sitúe por encima de los 80.000 millones de yenes (667 millones de euros) empleados anualmente en la actualidad, lo que añadiría varios billones de yenes al coste total.

Las compensaciones suben el coste

Aunque el aumento del coste total se debe, fundamentalmente, al número de personas que pueden solicitar compensaciones económicas por daños derivados del accidente o evacuaciones -las emisiones y vertidos contaminantes tras el accidente nuclear, el más grave desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, mantienen aún evacuadas a miles de personas que vivían en el entorno de la planta y han afectado gravemente a la agricultura, la pesca y la ganadería local-. Su número, cada vez es mayor. Otro motivo se encuentra en la dificultad de los trabajos de descontaminación, que inicialmente parecían más sencillos. Tras el accidente, una estimación inicial cifró en 5,4 billones de yenes (45.044 millones de euros) las compensaciones económicas, en 2,5 billones de yenes (20.854 millones de euros) los trabajos de descontaminación, y en 1,1 billones de yenes (9.175 millones de euros) el almacenamiento de los restos radiactivos. Los cálculos actuales elevan a 8 billones de yenes (66.732 millones de euros) en compensaciones y a entre 4 y 5 billones de yenes (entre 33.366 y 41.708 millones de euros) para labores de descontaminación.