Nos tragamos cada cosa. Todo el día pegados a Internet y a las redes sociales, nos cansamos de ver el mismo vídeo de la semana una y otra vez. Hace unos meses fue el del prototipo de un autobús en China. La peculiaridad del autobús es que circulaba por encima de los vehículos. Verlo en imágenes, pasando sobre los atascos, nos alucinó a todos.

No era 'fake', era absurdo

Pero era un fiasco más. No porque fuera una noticia fake. No. El proyecto es absolutamente real. O mejor dicho, era real. Lo que sucede es que era un proyecto absurdo. Y como tal, el prototipo de autobús elevado que vimos en los primeros vídeos, ahora cría polvo y óxido en un hangar de la ciudad de Qinhuangdao, al norte del país. El Transit Elevated Bus (TEB o Batie, para los amigos) era un autobús túnel que medía 22 metros de largo y 5 de alto y con capacidad para 300 personas. Entre el espacio reservado a los viajeros y el suelo, dejaba una zona de unos dos metros de alto, que debería servir para adelantar por arriba a los coches atascados. Después de presentar unos proyectos espectaculares, la compañía constructora TEB Technology Development Co. Consiguió los fondos necesarios para desarrollar el primer prototipo, el Batie 1. Y ahí empezaron los problemas.

Todo problemas

Batie no circulaba por la carretera como un vehículo normal. Para desplazarse era necesario crear una infraestructura de vías por las que pudiera discurrir. De este modo, la inversión para hacerlo realidad se multiplicaba exponencialmente. Por otro lado, el vehículo presentaba serios problemas de maniobrabilidad. Tampoco quedaba muy claro otro aspecto no menor. Qué ocurría si el autobús se encontraba con un vehículo más alto de los dos metros de túnel que presentaba Batie. Y por último, ¿qué sucedía cuando el autobús tuviera que cruzar algún túnel real más bajo que los cinco metros del autobús? Sin atender a estas cuestiones y una vez que consiguieron la financiación, los responsables de la empresa se pusieron manos a la obra en la construcción. Para ellos esos problemas no eran tales. ¿Coches de más de dos metros? “El 90% de los vehículos de la zona miden menos de eso”, alegaron. ¿Túneles demasiado bajos para que quepa Batie? “Se crearán rutas alternativas”, aseguraron.

Hasta que se descubrió

Pero a las autoridades chinas estas respuestas no les parecieron convincentes. Al final encontraron la explicación. El principal diseñador de todo el invento no es que no fuera arquitecto, es que por todos estudios tenía un diploma de la escuela primaria. Así las cosas, los responsables de la empresa dieron la espantada. Dejaron el proyecto de la noche a la mañana y su único prototipo tirado en un hangar. Todavía queda por dilucidar qué sucederá con el dinero de los inversores y si finalmente los ideólogos del proyecto son arrestados y juzgados por estafa. Y mientras, nuestro espíritu crítico con las cosas que vemos en Internet, de nuevo en entredicho.