Los funcionarios de Badalona podrán trabajar la fiesta nacional del 12 de octubre y así tener libre el 9 de diciembre para el puente de la Constitución. Así lo ha anunciado su alcaldesa, Dolors Sabater, perteneciente a la CUP, junto con su rechazo a una fiesta con, según ella, una clara “connotación colonialista y de genocidio ético”.

Sabater, que ha pactado la medida con los sindicatos, ha defendido en declaraciones a Onda Cero que esta fiesta “no tiene arraigo en Badalona”, aunque mantendrá oficialmente la fiesta pese a dar la opción a los trabajadores públicos.

“Hay personas que celebran su hispanidad en días que no tienen las connotaciones del 12 de octubre, que es una fecha ligada al colonialismo, a la conquista de las Américas y a un genocidio étnico”, ha defendido la alcaldesa, enlazando también con la época franquista al argumentar que “Franco utilizó el 12-O para ensalzar los valores más arraigados al régimen, lo convirtió en el Día de la Raza. Y actualmente se conmemora con un desfile militar, que es algo contrario a la cultura de la paz que muchos movimientos sociales defendemos”.
 

Críticas desde la oposición

La postura adoptada por el Ayuntamiento de Badalona con respecto al 12 de octubre ha levantado rápidamente las críticas de la oposición con Xavier García Albiol, líder del PP en la localidad, que ha tachado a la alcaldesa en Twitter de “cobarde” y ha afirmado que “la que no tiene arraigo en la ciudad es ella”.

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha entrado en la polémica recordando que “la ley que regula la fiesta nacional es del segundo Gobierno de Felipe González y la creación de la fiesta es de 1918”. “Esta señora no sabe muy bien lo que dice. Lo que une a esta gente es su odio a España; a nosotros, todo lo contrario, lo que nos une es la alegría de ser españoles y por eso animamos a todos los españoles a que saquen la bandera nacional al balcón”, ha señalado.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, también ha criticado la postura del Consistorio de Badalona, afirmando que las leyes que rigen los calendarios festivos también hay que cumplirlas.

Si cada uno celebra “a su manera cada festivo, en función del sentimiento que le produce se está fastidiando” a trabajadores, comercios o funcionarios.