En muchas cosas se parece cada vez más Podemos a los partidos que sitúan sus dirigentes en la "vieja política" o "casta" y este sábado también ha dado esa impresión en el inicio del Consejo Ciudadano Estatal de la formación, que ha arrancado con los discursos públicos (emitidos en streaming por internet) de su líder Pablo Iglesias y el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech y que hemos contado en directo en ELPLURAL.COM.

Lo más evidente de la intervención de Iglesias es que la estrategia de Podemos pasa por convertirse en 'auténtica oposición' frente al PSOE, tras lo ocurrido con los socialistas y la salida de Pedro Sánchez.

En ello insistieron incluso antes de entrar al cónclave algunos dirigentes. Las palabras más repetidas ante los medios se han centrado en postularse como la "única" y "verdadera" oposición y alternativa "real" al Gobierno del PP, en referencia a una posible abstención socialista en la investidura de Rajoy.

"Consecuencias" a nivel autonómico

Incluso, han lanzado la amenaza de que este posicionamiento podría tener "consecuencias" en las instituciones que gobiernan juntos, como pueden ser los casos de Aragón y Castilla-La Mancha cuyos presidentes socialistas se han mostrado en contra del ex secretario general de su partido.

En este sentido se ha mostrado también el número dos del partido morado, Íñigo Errejón, quien ha lamentado que "ojalá no tuviéramos que asumir en solitario el papel de la oposición, pero el PSOE ha decidido dejar que gobierne el PP", algo que, de confirmarse, a su juicio significaría "una mala decisión para España porque sería recortar a los ciudadanos para darles a los de arriba".

"Han renunciado a ser oposición"

En la misma línea se ha mostrado Pablo Iglesias en su alocución. En un tono más pausado de lo que en él suele ser habitual en este tipo de eventos, ha insistido en esa idea señalando, por ejemplo, que si "se consuma la abstención al Partido Popular, nadie se creerá que PSOE y Ciudadanos son la oposición", puesto que los socialistas, según sus palabras, "han renunciado" a ser la "oposición al PP". 

El líder de Podemos también ha aludido al otro asunto que desde hace semanas mantiene abierta una brecha en su formación y así, al margen de la estrategia para arrinconar la futura posición del Partido Socialista en el Congreso, ha lanzado algunos mensajes a su 'rival' interno, Íñigo Errejón.

Entre otras cosas ha señalado que es necesario que su partido no se "disfrace" de lo que "no es", dejando a un lado la idea de que el tono radical provoca miedo en los ciudadanos, en clara alusión a lo afirmado hace tiempo por su número dos, algo que ha zanjado con "la sociedad española ya no tiene miedo". Eso sí, para no ir más allá en la situación que vive Podemos, ha hecho hincapié en que "los debates" internos "nos hacen más fuertes como proyecto". 

"La credibilidad nos la da no disfrazarnos de lo que no somos", ha continuado, para añadir que su rechazo a la idea de que la política sólo se puede hacer o en la calle o en las instituciones. Según sus palabras, es preciso conjugar ambas estrategias y seguir "cavando trincheras" en la sociedad civil para evitar convertirse en una "fuerza política de coyuntura".

Medios de comunicación

También en clave interna ha advertido sobre algunos medios de comunicación, indicando que los "adversarios" tratan de influir en los debates "en abierto" que existen en el partido.

Ante ello ha solicitado "responsabilidad" para que no sean periódicos, radios y televisiones quienes impongan las "reglas del juego" como ha pasado, a su juicio, con el PSOE, haciendo una referencia directa al grupo Prisa, a Cebrián y la polémica generada por lo asegurado por Josep Borrell en su entrevista en la SER con Pepa Bueno por un editorial de El País.