El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha intentado zanjar, en su primer acto público desde la caída de Pedro Sánchez, el debate generado en los últimos días sobre el oportunismo del PP a la hora de exigir a los socialistas que no solo les dejen gobernar sino que les garanticen la viabilidad de los presupuestos en los próximos años. Rajoy ha asegurado que no pondrá ninguna condición al PSOE para aceptar su abstención y poder ser así investido de nuevo como jefe del Ejecutivo.

Asegura que priorizará la formación de Gobierno

Rajoy ha garantizado que no planteará condición alguna en declaraciones a los periodistas antes de participar en la inauguración del XII Congreso de la Abogacía ICA-Málaga y en las que ha recalcado que está a la espera de poder conversar sobre este asunto con el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández. El jefe del Ejecutivo en funciones, al plantearle si estaría dispuesto a aceptar una abstención del PSOE sin garantía de estabilidad, ha señalado que él sigue ofreciendo en primer lugar un gobierno de coalición. Pero si eso no es posible, ha explicado que está dispuesto a considerar "cualquier posibilidad" porque la prioridad es formar gobierno y "no se trata de poner exigencias a unos y a otros". En consecuencia ha subrayado: "Yo no voy a pedirle ninguna condición. Ya en el último debate en las Cortes dije que lo mejor es un gobierno de coalición; si no quieren, vamos a pactar siete u ocho grandes asuntos; y, si no, al menos déjennos gobernar".

"Yo, desde luego, no voy a poner ninguna condición. He leído mucho y veo que se especula mucho, pero yo voy a hablar con el señor Fernández cuando él lo desee y lo único que le voy a decir es que se necesita un gobierno en España rápidamente", ha recalcado.


Pide “celeridad” en el diálogo con el PSOE
Rajoy ha confiado en que ese diálogo con el PSOE sea "a la mayor celeridad posible" y que se desarrolle "con absoluta franqueza" y ha insistido en que su interlocutor es Javier Fernández porque es la persona elegida por el PSOE de la misma forma que antes era Pedro Sánchez.

"En cuanto pueda, tendré una conversación con él para ver cual es el planteamiento del PSOE, pero creo que hay que dar tiempo. Todavía -ha añadido- tenemos un tiempo, aunque no demasiado, pero hacer nuevas elecciones es un gran disparate". Respecto a los presupuestos de 2017, ha recordado que si hubiera una abstención del PSOE ya sería suficiente, pero ha subrayado que no es ahora el momento de hablar de este asunto.

"Lo urgente es formar gobierno y luego ya hablaremos de los presupuestos y de todo lo demás", ha añadido Rajoy antes de asumir que el proyecto de ley de presupuestos es muy importante y hay compromisos con la Unión Europea que hay que cumplir. Además, ha recordado que ya se están adoptando medidas para que las comunidades autónomas puedan aprobar sus presupuestos y para que funcionen normalmente los servicios públicos. Por ello, ha reiterado que no planteará exigencia alguna para su investidura porque se trata de "construir y dejar ya los debates, que ya hubo suficientes -ha precisado- en las campañas electorales".

Rajoy ha insistido en que España necesita un gobierno urgentemente porque se trata de consolidar la recuperación económica y la creación de empleo. Ha recordado que los últimos datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) son buenos para España porque aumenta para este año la previsión de crecimiento. Pero apuntan también "lo que el gobierno ya avisó", que el año que viene las cosas no van a ir tan bien, y eso, a su juicio, hace que sea mucho más urgente la formación de un gobierno tras nueve meses en funciones y sin poder tomar decisiones importantes para el futuro de los españoles.