“Lo que hemos vivido es un proceso traumático sin precedentes en la historia del partido en democracia -cuenta a ELPLURAL.COM un histórico del PSOE, muy cercano al Presidente de la Gestora, Javier Fernández-. Y ahora lo que se necesita es tiempo para recomponer. Y todo despacito. Nada precipitado”. Ese es el ambiente que se ha decretado en el PSOE tras los golpes del pasado sábado. Un tiempo de vaselina y gasas.

Continuidad de los portavoces como muestra de 'paz'

Y como máximo ejemplo de ese deseo de pacificación, se presenta la continuidad de los dos portavoces que hasta ahora tenían los socialistas en las dos cámaras, Antonio Hernando en el Congreso, y Óscar López, en el Senado. Que eran en realidad mucho más. Eran dos de los hombres más fuertes de Pedro Sánchez. “Han tomado sus posiciones, pero durante la reunión del Comité Federal mostraron su capacidad de diálogo y el deseo de que el partido saliera de la crisis por encima de todo”, nos dicen.

Un movimiento que sólo dejaría fuera, de momento, al propio Sánchez y al que fue su secretario de organización, César Luena. Aunque, nos cuenta una de las personas presentes en el Comité Federal, por medio de Revilla, el presidente cántabro, “ya nos enteramos que habló con Pedro Sánchez, y que le confirmó que presentará su candidatura al Congreso”.

De la UVI no se puede pasar a correr

¿Qué va a hacer la gestora? Lo que nos contestan en el entorno de su presidente es “desmentir a aquellos que piensen que se van a producir rebeliones y vendettas. Eso no va a ser así. Y quien lo piense es que no conoce a Javier. Para él y quienes estamos con él, lo fundamental ahora es “curar”. El partido estaba en la UVI, y nadie puede pensar que del hospital puedes saltar a una carrera… Ahora es tiempo de curar, de sanar, de hablar mucho y con todos”.

Ese tiempo no es, sin embargo mucho, porque el Partido Popular puede ahora tomar una doble posición. Volver a llamarles y anunciarles su decisión de presentar de nuevo la candidatura de Rajoy a la presidencia para contar con su abstención, o dejar que el calendario se agote y acudir (una tentación creciente en las filas de Génova) a unas terceras elecciones en las que se ven triunfadores por goleada.

¿Qué hacer con el PP?

“En el PP -nos dice un dirigente socialista, destacado miembro del grupo opositor- se confunden si piensan que entre quienes hemos estado contra Sánchez estamos a favor todos de abstenernos. Somos muchos los que preferimos unas terceras elecciones que permitir un gobierno de Rajoy… Y eso se va a ver en las conversaciones que ahora inicie Javier Fernández”. Este dirigente, nos dice, ese entreguismo a la abstención ha sido un espejismo que ha vendido Sánchez en su provecho.

“El escenario ahora es endemoniado -nos resume el dirigente socialista que se mueve en el entorno de Javier Fernández-, y no hay salidas fáciles, ni simples, ni inmediatas… Lo único claro ahora es que el primer movimiento de la gestora va a ser construir, buscar la unidad. Eso es lo primero. Porque sin eso, no podemos hacer nada. No podemos movernos. Tenemos que arreglar eso”.