Se acabaron las medias palabras. Adiós a los sobreentendidos. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha empezado este martes a hablar claro; al menos, mucho más claro de lo que ha venido haciéndolo hasta ahora. La crisis interna del Partido Socialista empieza tomar la forma de un duelo entre el secretario general, Pedro Sánchez, y la secretaria general de la federación más poderosa del partido.

La novedad de hoy es que Díaz ha ‘desenfundado’. Primer disparo: “No me parece de recibo culpar a los que ganamos elecciones”, ha dicho en relación a los reproches lanzados esta mañana por Sánchez en la Cadena SER. Segundo disparo: “Alguna responsabilidad debe tener la dirección federal en la pérdida de comicios”. Tercer disparo: "La responsabilidad de quien está al frente del partido es mantenerlo unido y no poner dilemas falsos  para enfrentar y dividir a los compañeros". Cuarto disparo: “Estaré donde me pongan mis compañeros, en la cabeza o en la cola”.

Esta última era la respuesta de la dirigente andaluza a la pregunta de si está dispuesta a liderar el PSOE. Nunca hasta ahora había sido tan explícita al respecto ni había dejado ver con tanta claridad su disposición a disputarle, llegado el caso, la plaza de secretario general a Pedro Sánchez. Mientras, los movimientos internos se suceden bien para reunir los votos suficientes para derrotarlo en el Comité Federal del sábado próximo, bien para descabalgarlo de Ferraz antes de esa fecha sumando las dimisiones de más de la mitad de los miembros de la Ejecutiva Federal.

La 'pregunta del millón'

En cuanto a la ‘pregunta del millón’, si es partidaria de la abstención en la investidura de Rajoy como ha insinuado Pedro Sánchez, Díaz no ha sido clara, pero sí ha reprochado al secretario general, sin citarlo, que acuse de subalternos del PP a los dirigentes del partido que defienden esta opción: “Aquí, quien es subalterno del PSOE es el PP porque está en la oposición porque hemos ganado las elecciones, que es lo que debería pasar en toda España. Deberíamos plantearnos por qué no es así, por qué el PSOE no está ganando en España".

Sobre el calendario defendido por Sánchez de celebrar primarias el 23 de octubre y congreso en diciembre, Díaz lo tiene claro: "Ahora toca España, los ciudadanos no entenderían que estuviéramos en un debate interno, en un congreso aprisa y corriendo cuando el país sufre la mayor inestabilidad que se conoce en la democracia, la gente nos mirará perplejos".

Palabras para Pablo

Para Podemos también ha tenido, por cierto, una reflexión: "No se puede chantajear a un Gobierno, usar de rehenes a los ciudadanos para influir en las decisiones libres del PSOE; eso me lleva a pensar que no estamos en el camino correcto y que el partido tiene que reflexionar sobre sí mismo, pero antes, sobre España", ha dicho en relación a la ruptura del pacto de la formación que lidera Pablo Iglesias con los socialistas en Castilla-La Mancha.

Entre tanto, entre los socialistas andaluces crece la indignación contra Sánchez, a quien acusan de estar poniendo sus intereses generales por encima de los intereses del partido. Este martes, un histórico dirigente andaluz de mucho peso en la organización se expresaba así a preguntas de ELPLURAL.COM: “¿Ir a terceras elecciones? ¡Nunca! A ver si lo entendemos: la derecha nos está ganando una y otra vez, ¿qué queremos, que nos gane por 80 diputados en vez de por 50?”. Sobre la propuesta de Sánchez de llamar a consulta a las bases del partido, hacía esta reflexión cuyos amargos tintes ni siquiera se molestaba en disimular: “Si preguntamos ahora a las bases, el partido se rompe por abajo; ahora está roto por arriba y eso se puede arreglar, pero cuando se rompe por abajo…”.