Para que una reunión del Grupo Mixto despierte tanta expectación, sin menospreciar su trabajo, hay que darle un buen aliciente, y Rita Barberá lo es. Entre una marabunta de cámaras y periodistas, la aún senadora e investigada por la Audiencia Nacional ha llegado a la Cámara Baja para unirse a su nuevo grupo y participar esta tarde desde la última fila en el primer Pleno de la legislatura.

Una vez dentro de la sala, su imagen de aislamiento con respecto a sus compañeros de grupo no podía ser más gráfica. Alejada de las conversaciones de Bildu, Compromís o lo senadores de la exConvergencia, Barberá esperaba paciente a que las cámaras saliesen de la sala y dejasen de grabar su cara de circunstancia.

Su trabajo ahora

Compromís, Bildu y los miembros de la exConvergència son contrarios a encargarle nada que no sea obligatorio, como la portavocía de una comisión. En declaraciones a ELPLURAL.COM, el portavoz de Compromís defendió que, “en principio, no vamos a hacer ningún reparto nuevo, ya que fue una negociación política complicada y entendemos que no tenemos que perder nada porque se incorpore Rita Barberá”.