La Iglesia de Mallorca sigue manteniendo 4 años de cárcel para cada una de las seis personas que el 9  de febrero de 2014 interrumpieron durante unos cinco minutos la celebración de la misa en la iglesia de San Miguel de Palma, emitiendo consignas en contra de la reforma de la Ley del Aborto, que en aquellas fechas se pretendía poner en marcha desde el Gobierno de Rajoy. Está previsto que los días 29 y 30 de este mes de setiembre sean juzgados por un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos.

Esta misma semana se ha producido un encuentro entre los acusados y el Administrador Apostólico  Sebastià Taltavull, que se ha saldado sin acuerdo. El representante eclesial señaló que estaba dispuesto a retirar la petición de 4 años de cárcel si los implicados pedían públicamente perdón y mostraban su arrepentimiento por lo ocurrido. La propuesta no ha sido aceptada por la otra parte, que argumenta que se trataba de un acto político enmarcado en una campaña de protesta por una ley que coartaba la libertad de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo.

Si en los próximos dos días la administración apostólica, en tanto que acusación particular, no cambia de parecer, se iniciará el juicio con la petición de cuatro años de cárcel para los seis jóvenes, que pertenecen a un grupo feminista e independentista. Tal petición ha causado sorpresa en medios jurídicos por su dureza. El colectivo de los acusados ha señalado que una sentencia dictada ayer mismo por la Audiencia de Palma, sentenciaba a dos años y medio de cárcel a un hombre que degolló a otro en un bar de la ciudad.