Deutsche Bank, el buque insignia de la banca privada alemana, pareció durante años al margen e intocable. Tal es así que se permitió, durante los peores años de la crisis (2010/2012) dar lecciones y reprimendas a la banca privada de otros países como la española. No se han librado. Ya es una verdad incuestionable que los grandes bancos del mundo provocaron la enorme crisis que aún sufrimos, la peor desde la Segunda Guerra Mundial. Y para disgusto del PP las hipotecas 'subprime' ni las inventó ni las vendió Zapatero.

El Departamento de Justicia de EEUU ha propuesto que Deutsche Bank pague una multa de 14.000 millones de dólares (unos 12.500 millones de euros) por el papel que ese banco alemán desempeñó en el negocio de las hipotecas basura. De ejecutarse sería una de las más altas que se han impuesto en el mundo para solucionar procesos similares y está muy por encima de lo que los inversores esperaban.

Desplome en bolsa 

La sanción aún no es definitiva porque las negociaciones con el Gobierno estadounidense se encuentran en una fase inicial, pero las acciones de Deutsche Bank se han desplomado un 7% nada más trascender la noticia.  En lo que va de año, el banco ha perdido un 45,5% en Bolsa. 

A cierre de junio, el banco tenía provisionados 5.500 millones de euros (unos 6.200 millones de dólares) para litigios.

No tiene intención de pagar

Según asegura The Wall Street Journal, medio que dio la primicia, Deutsche Bank ha manifestado que “no tiene intención” de pagar una multa que ascienda a las “cifras citadas”. Los abogados del banco han sugerido que una multa razonable se situaría en una horquilla de entre 2.000 y 3.000 millones de dólares, dado que el banco haya pagado ya 1.900 millones desde 2013 para resolver demandas ligadas a valores respaldados por hipotecas.

Hasta ahora la mayor multa pagada por una entidad financiera fue la de 16.650 millones de dólares, impuesta a Bank of America en 2014. Goldman Sachs, por su parte, acordó en abril un acuerdo de 5.000 millones, que incluía una sanción en efectivo de 2.400 millones y otros 1.800 millones para ayudar a prestatarios y las comunidades afectadas por el colapso de 2008 de los precios de la vivida. Citigroup, JP Morgan y Morgan Stanley han pagado conjuntamente más de 23.000 millones en sanciones y ayudas para resolver las reclamaciones de los consumidores. En todos estos casos, los bancos reconocieron que no se comportaron de la forma debida.