Si esta mañana entre los componentes de la carrera judicial reinaba el malestar como informaba ELPLURAL.COM, a primera hora de la tarde se podía hablar de una auténtica tormenta. Hasta el punto de que según ha podido averiguar este diario, magistrados de distintas instancias incluyendo a los de Jueces para la Democracia claman por el cese del vocal del CGPJ Fernando Grande Marlaska. En esta marea indignada se incluye a Manuel Marchena, presidente de la  Sala II del Tribunal Supremo. Marlaska manifestó ayer en el programa de radio de la COPE de Carlos Herrera que no quería hablar de que Conde Pumpido sea el instructor del caso Barbera "para no generar desconfianza". 

Las fuentes jurídicas consultadas ratificaron que ayer mientras el malestar entre un amplio sector de los miembros del cuerpo judicial se acrecentaba, se gestó la tormenta en el  Supremo y en el Consejo General del Poder Judicial y es que incluso el propio Manuel Marchena, presidente de la Sala II de lo Penal del Tribunal Supremo que designó para la instrucción del caso Barberá  a Conde Pumpido también  habría mostrado su enfado. Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes pasó –cuentan- un amargo trago intentando calmar los ánimos, pidiendo disculpas y ofreciéndose para mediar.

Aspiración posiblemente frustrada

Y es que como vocal del Consejo, Fernando Grande Marlaska tiene la obligación de velar por la independencia de los jueces y defenderla. Estas declaraciones que parecen poner en duda al instructor de un caso como el de Rita Barberá que afecta a la hasta ayer lideresa del PP y por ende al propio partido, podría conllevar un incumplimiento grave de los deberes de tutela del juez hacia sus colegas.

Para Ignacio González Vega, portavoz de Jueces para la Democracia, asociación progresista fundada entre otros por Candido Conde Pumpido “ese incumplimiento supondría su cese como vocal por parte del pleno del Consejo. Vamos a presentar un escrito de queja”, explicó a ELPLURAL.COM. Mal asunto cuando el magistrado Grande Marlaska, quien también preside la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, aspiraba a formar parte de la comisión permanente del CGPJ.

¿Para no generar desconfianza?

La crisis en la que se encuentra en estos momentos el máximo órgano de gobierno de los jueces se ha originado  después de que la  Sala de lo Penal del Tribunal Supremo dictó un auto de 12 de septiembre de 2016 en el que de forma unánime los magistrados deciden abrir causa penal por un presunto delito de blanqueo de capitales contra la senadora “popular” Rita Barbera.

Al  tiempo designaban instructor por riguroso turno establecido al magistrado Cándido Conde-Pumpido. Y en base a esta nominación tuvieron lugar las declaraciones de Grande Marlaska al periodista Carlos Herrera en la emisora COPE. Preguntado en relación a la designación de Conde Pumpido como instructor del caso  Rita Barbera, contestó: "No le voy a decir mi opinión para no generar desconfianza".

Después el magistrado y vocal del CGPJ añadió: "No, yo no he dicho nada. Yo sólo he expuesto la cuestión. Es decir, tampoco voy a estar silente, ¿no?. Con todo lo que he hablado ni puedo decir más.  Que cada uno interprete. Pero yo no he entrado al fondo”. Grande Marlaska estaba siendo entrevistado  tras la presentación del libro que acaba de publicar, titulado Ni pena, ni miedo.

“Independiente e imparcial”

Ya desde que se conocieron estas palabras del presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, cundió el malestar  entre muchos de sus colegas de la judicatura por lo que se pudiera interpretar. Cándido Conde Pumpido es el magistrado más antiguo de la Sala II del Tribunal Supremo y a decir de sus colegas de JpD “posee una larga y acreditada experiencia profesional en la que ha quedado patente a lo largo de los años su independencia e imparcialidad”. “Lo del libro se le ha subido a la cabeza”, manifestaban en otros foros a ELPLURAL.COM.

"Fernando Grande Marlaska quizás haya pecado de imprudente y con estas declaraciones alguien podría dudar de su neutralidad lo que también quizás generase dudas en el caso de tratar temas de determinado cariz político",  declaraban este jueves por la mañana  a ELPLURAL.COM fuentes jurídicas. La crisis estaba servida.

“Incumplimiento grave de su deber de vocal”

En la misma línea se expresa el secretario de JpD Ignacio González Vega: “Estas desafortunadas declaraciones además de fomentar la desconfianza de los ciudadanos en la administración de Justicia arroja una sombra de duda sobre la independencia e imparcialidad del Tribunal Supremo y de los magistrados que lo componen”.

Considera Jueces para la Democracia que Grande Marlaska “ha incumplido gravemente los deberes del cargo de vocal del CGPJ, pues su obligación es precisamente defender la independencia e imparcialidad de los miembros de la Carrera Judicial y no ponerla en cuestión”. De ahí que presenten un escrito de queja ante el Consejo solicitando del Pleno su cese como vocal.