‘Reservado el derecho de admisión’. En más de una ocasión, hace años con más frecuencia, se pueden ver carteles con esta inscripción en algunos bares o cafeterías. Ese derecho, grosso modo, otorga la posibilidad al propietario de ‘tomar medidas’ relacionadas con su profesión con algunos clientes, siempre y cuando, por ejemplo, no sean por razones de raza, sexo o religión.

Desconocemos si es lo que ocurre con un local de los considerados históricos de Santiago de Compostela. En un par de días tendrá lugar una nueva edición del polémico Toro de la Vega, que por vez primera y por mandato legal, no podrá terminar con la muerte del animal.

La controversia en torno a esta ‘fiesta’ ha llegado a todos los rincones de España y en el Café Literarios tienen clara su postura con respecto a ella. En un cartel que se puede ver en el local se dice “Queda totalmente prohibida la entrada a esta cafetería a cualquier vecino de Tordesillas que defienda al Toro de la Vega”.

Una pareja indignada

Del asunto se ha sabido después de que, como se señala en un blog, una pareja de esta localidad de Valladolid decidiera abandonarlo sin abonar la consumición que habían consumido tras percatarse del mencionado cartel.

Imagen del cartel en el Café Literarios de Santiago con la prohibición de entrada a los defensores del Toro de la Vega (Foto: reychatarrero.com)

La polémica está servida –ya lo estaba antes- y añade más pimienta a una celebración cuyos defensores quieren continuar a toda costa, en contra de lo que marca la ley, la opinión pública y las asociaciones de defensa de los animales.

Un nuevo frente

Este mismo sábado, ELPLURAL.COM informaba de las palabras del alcalde de Tordesillas, José Antonio González, en las que hacía un alegato a favor de una fiesta que considera una tradición cultural, sin reconocer (o cayendo en contradicciones) acerca de si el animal sufre o no durante la misma, una obviedad al ver las imágenes. 

Ahora, con la medida puesta en marcha por esta histórica cafetería de Compostela se abre un nuevo frente para los defensores del Toro de la Vega que podría tener su reflejo en otros lugares de España.

Por cierto, como indica la citada web, otra pareja de Tordesillas pudo y quiso permanecer en el local después de confirmar a los dueños que ellos sí estaban en contra de la sangrienta ‘tradición’.