Tras años de espera, de papeleos interminables con los que demostrar su situación económica, después de vivir en 40 metros cuadrados sin ventanas, compartiendo cama con su hermana mientras que sus padres dormían en un sofá cama, la familia de Arancha Mejías conseguía acceder a una vivienda social. “Fue como si nos hubiese tocado la lotería”. Este podría ser el principio de una buena historia que demostrase que las políticas sociales siguen en forma, podría, de no ser porque esta misma familia tendrá que abandonar su hogar en los próximos 30 días. Van a ser desahuciados.

Arancha Mejías es la presidenta de la asociación de afectados por la venta de la vivienda pública de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) de Madrid. La cara visible y la joven luchadora que no ha descansado ni un momento desde que el Ayuntamiento de Madrid, con Ana Botella a la cabeza, vendiera su piso y el de sus vecinos Fidere, una empresa del fondo buitre Magic Real Estate Blackstone, por una media de 62.000 euros, "un precio ridículo".

Como ya contamos en ELPLURAL.COM, Mejías abanderó públicamente la lucha de todos sus vecinos, una lucha que sólo buscaba una cosa: seguir viviendo bajo el techo que durante 10 años ha sido su hogar. La respuesta de Fidere fue clara: “No somos una ONG”.

“Cuando nos llegaron los recibos de los alquileres a nombre de Fidere fuimos a preguntar y la respuesta fue que habían hecho una modificación de la ley”, nos contó Arancha, un cambio que ponía fin al derecho de los inquilinos a comprar los pisos tras 10 años pagando religiosamente sus alquileres de unos 700 euros. El fondo buitre no quiere vender, quiere seguir alquilando lo que es ahora su propiedad y, así, seguir sacando rédito a lo largo del tiempo.

Tras acudir a los tribunales, con un recurso presentado por el PSOE que la justicia desestimó, Arancha siguió con sus reivindicaciones. Protestas, peticiones y espera. Así han ido pasando los meses hasta este lunes, día en el que la familia de Mejías ha recibido un aviso de Fidere: tienen 30 días para abandonar su casa porque piensan hacer uso de ella con otros inquilinos.

Carta a la que ha tenido acceso este medio:

 

Una represalia por luchar por sus derechos

Arancha lo tiene claro, les echan por protestar y por luchar por sus derechos. Este mes, era el último en el que los vecinos de este bloque de viviendas públicas estaban protegidos por las condiciones firmadas 10 años atrás con la EMVS. Desde ahora, quedan bajo el manejo de Fidere y Blackstone.

Mientras que los vecinos de Arancha han ido recibiendo ofertas para renovar sus contratos de alquiler, eso sí, a precios mayores y “bajo condiciones abusivas”, a su familia no le han dado esa opción. Simplemente les echan.

“Me alegro de que a ellos se les renuve", pues por ello ha estado luchando, "el caso es que he tenido un trato diferente al que han recibido mis vecinos”. “Desde que nos enteramos de la compra de nuestros pisos por un fondo buitre hemos estado esperando a ver qué precios nos imponían en la renovación. Ahora resulta que no hay ningún precio porque no nos renuevan”. Y todo por protestar.

Y es que tanto ella como su familia está en estado de shock. “Lo estamos viviendo con rabia, con impotencia, con dolor, pero también con miedo porque si por luchar con dignidad por tu casa y las de tus vecinos no quieren renovarte el contrato… qué más pueden hacer”, cuenta en declaraciones a ELPLURAL.COM.

“Nos levantamos una mañana con unos carteles que ponían que se alquilaban nuestras casas, en las que llevábamos de siete a nueve años. Las habían vendido a Fidere, una empresa del fondo buitre Magic Real Estate Blackstone, por una media de 62.000 euros, una cifra ridícula”. Así empezaba la lucha de Arancha tal y como nos contaba a principios de año, un camino de reivindicación que ahora intentan cortar mediante el uso del miedo. “He luchado dignamente por mi casa y de una manera conciliadora y me quedo sin casa”, lamenta meses después. 

Desahuciar a quien lucha contra los desahucios

De seguir todo como hasta ahora, en un mes, Arancha vivirá aquello que ha estado evitando, será desahuciada.

“El peor precedente sería permitir que un fondo buitre desahucie a la principal luchadora de los desahucios de los fondos buitre de las viviendas de la EMVS que adquirieron de forma fraudulenta”, ha alertado el socialista Antonio Miguel Carmona. De hecho, no ha dudado en escribir personalmente a la actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para hacerle llegar el caso de Arancha.

“El Ayuntamiento de Madrid debe intervenir contundentemente y evitar esta vergüenza, injusticia y desatino”, exige en el mensaje al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM.

[[{"fid":"51461","view_mode":"ancho_total","fields":{},"type":"media","attributes":{"alt":"Mensaje de Carmona a Carmena ante el desahucio de Arancha Mejías","title":"Mensaje de Carmona a Carmena ante el desahucio de Arancha Mejías","height":"600","width":"338","style":"float: left;","class":"img-responsive media-element file-ancho-total"}}]]

"No vamos a permitir que unos delincuentes hagan daño a los madrileños más vulnerables". "He trasladado a la alcaldesa de Madrid la necesidad de denunciar a estos fondos que actúan con impunidad, vulgares macarras que tratan de intimidar a los mejores madrileños".

Para Carmona, "el Ayuntamiento de Madrid encaró la actuación de la EMVS, pero se despreocupó de las viviendas que ya se habían vendido de forma fraudulenta a los fondos buitre" y por eso, "es hora de sentarse con los fondos buitre y decirles que el Ayuntamiento de Madrid utilizará todas las medidas legales para impedir el desahucio de aquellas viviendas que fueron vendidas de forma fraudulenta".

Sólo un dato más en toda esta historia. Según denunció la Asociación de Lucha contra la Corrupción (Corruptil), el hijo de Ana Botella y el expresidente Aznar, José María Aznar Botella, es consejero de una empresa que “está directamente relacionada” con Blackstone.