Un año después de la muerte del pequeño Aylan en las costas de Turquía, la ONG Save The Children se ha plantado a las puertas del Congreso de los Diputados para exigir que ningún niño más muera huyendo de la guerra intentando llegar a Europa.

423 niños han muerto desde que la foto de Aylan inundase las portadas de los medios de todo el mundo para luego, pocos días después, diluirse y volviendo a abandonar a los cientos de refugiados que, día tras día, se juegan la vida en busca de un futuro.

Vía segura

Desde la ONG han querido dar visibilidad a estas víctimas olvidadas llenando de globos la plaza ante la puerta de los leones. Junto a la estatua de Miguel de Cervantes han pedido vías seguras y legales que acaben con esta lacra.

Han querido recordar al Gobierno de España y a los partidos políticos que cumplan sus compromisos para acoger a los refugiados pendientes de llegar y permitan que las familias que huyen de la guerra estén juntas.

El símbolo en España

En el acto ha estado presente Osama Abdul Mohasen, el refugiado sirio y árbitro de futbol que, junto a sus dos hijos, consiguió llegar a España. Ellos han sido el símbolo de las dificultades del viaje a Europa, con el vergonzoso ataque de la reportera húngara incluido, además de los problemas una vez consiguen hacerlo.

En especial, los hijos de Mohasen, de 17 y 8 años, han reivindicado que su madre y su otro hermano, que aún continúan en Turquía, puedan llegar a España, al igual que los de otras muchas familias divididas.