Julio Anguita ha concedido su "última entrevista" al diario El Mundo para decir adiós durante "varios años". Así lo ha asegurado al periodista Pedro Simón a quien ha subrayado que no piensa tampoco hacer declaraciones a los medios. 

El llamado califa rojo se considera a sí mismo como una persona fiel a sus ideales. Siempre ha mantenido una posición muy abierta "pero con contenidos y valores". Eso sí, que no le llamen "progre". En la antigüedad, según el político, el significado de progresismo radicaba en "aquellos que se enfrentaban a la carcunda de Fernando VII". Pero añade que con el paso de los años ha evolucionado hacia “un barniz de izquierdas, pero en el fondo habla de alguien que es profundamente conservador de su estatus”. Hoy en día, considera que "la progresía es algo perjudicial para un movimiento de cambio". 

¿Y España?

¿Sorpasso? "Cuando llegan los momentos decisivos mucha gente se asusta", explica Anguita, recordando que ya sucedió algo parecido en 1996. En este caso, "la derecha le ha dado una lección a la izquierda". Añade que no cree que los votantes del PP estén de acuerdo con la corrupción, “si no que ha entendido perfectamente que el modelo que defiende el PP tenía que ser defendido”, argumentando que "los de izquierdas pusieron por delante cuestiones secundarias y no la principal". 

El político, para explicar la corrupción generalizada de hoy en día, compara EEUU con la antigua república romana. "Todos los congresistas son gente pudiente y representan intereses económicos”. “Los políticos defienden proyectos que van indisolublemente ligados a negocios personales. El amiguismo, el trato a favor a dedo… Y las puertas giratorias”, refiriéndose a casos concretos como el de González, Aznar, Durao y Barroso. 

Sobre los ERE en Andalucía, “yo al olmo no le pido peras”. Analiza que “buscan la parte irracional del individuo, la venganza. Ese es el discurso populista y demagógico que agarra aquí”.

El califa rojo durante la entrevista desveló cual era el modelo perfecto de la educación para él: el de la tercera república francesa, "laica, de calidad, en donde el ciudadano estaba obligado a que sus hijos fuesen y tenía que responsabilizarse de la tarea educativa”.

Políticos mediáticos  

Durante la entrevista, Anguita se refirió a diferentes personas que hoy en día ocupan el protagonismo mediático de la política. Principalmente, Otegui, Bárcenas y Felipe González. 

Para el político, Otegi es una persona “que actuó consecuentemente, que tiene sus responsabilidades”, aunque añade que, para hablar de crímenes, debemos sacar a todos los criminales, refiriéndose tanto a las víctimas de ETA como las de la dictadura franquista. Por otra parte, Bárcenas, según palabras del político, es un "chivo expiatorio". No se queda ahí, sino que también compara a Felipe González con Godoy ya que le considera “un hombre con talento persuasivo y mano izquierda que logró que este país se enamorase de él y le perdonase todo”.

La confianza es algo que no se debe depositar en cualquier persona, y el exlíder de IU desvela que confía “en la gente que, sin pensar como yo, es decente e intenta paliar injusticias”, independientemente de la ideología que posean.

DAESH y el Estado Islámico

Todo acto tiene su consecuencia, y en el terrorismo ocurre exactamente lo mismo. Cuando Anguita se entera de un atentado llevado a cabo por Daesh, “tengo que decir que alguien puso las primeras piedras”, refiriéndose a las invasiones de Irak, Libia, el acuerdo de las azores, etc. “A aquella barbarie obedece una parte del actual terrorismo”. El terrorismo islámico ha sido propiciado por occidente, por los países que hoy son sus víctimas". 

“No maldigo. No sirve para nada. Simplemente critico”, el maestro desvela que con aquellos que peor se lleva son los cínicos, “y hoy esos en España son legión”. “Debería haber una especie de detector de barbaries”.