El expresidente español, Felipe González, que desde 2014 tiene la doble nacionalidad española y colombiana, ha acudido a una entrevista para el medio colombiano W Radio en donde ha expresado su posición respecto del histórico acuerdo de paz de Colombia después de 52 años en guerra. Para el expresidente, que ha acompañado toda la negociación desde su experiencia, conocimiento y como colombiano, el acuerdo de paz es “un hecho de trascendencia histórica. Va a haber un antes y un después” ya que según explica son dos o tres las generaciones que no han vivido en un ambiente de paz. 

Para el mismo medio también ha hablado Baltasar Garzón, que ve el acuerdo de paz como “absolutamente necesario para dejar atrás esos 52 años de violencia política”. Aunque también lo ve “con preocupación, con esperanza y con expectación”, en función de las polémicas generadas.

El peso de las víctimas

Sobre la falta de consenso en Colombia  un acuerdo tan trascendente como éste, el expresidente aseguró que lo entendía ya que hay muchas personas que han sufrido durante décadas un clima de terror y violencia y “les cuesta trabajo aceptar o comprender que la paz supone reconciliación”. También ha considerado el hecho como “difícil de evaluar” porque comprende el sentimiento de "algunos ciudadanos que tienen enorme rencor acumulado y gran rechazo a las FARC".

No es lo mismo verlo desde fuera que vivirlo, aergumentó pero se mostró “absolutamente convencido” de que cuando los ciudadanos evalúen lo que significa “la apuesta por la paz la superación de un conflicto y de una guerra, van a reaccionar y tendrán en su mano la decisión definitiva, así lo entiendo”.

Pero.. ¿y si gana el no?

En esta situación el expresidente de España de entrada asegura que “en democracia todo es posible, la verdad es que yo espero que no ocurra es una hipótesis que hay que plantearse pero que creo que es difícil que ocurra”. Aunque también ha aclarado que si se produce esa situación nos podemos enfrentar a un escenario en el que la violencia continúe en alguna variante y el sufrimiento por tanto se prolongue. Sin embargo, Felipe González tiene la esperanza de que todo el mundo reaccionará, “comprenderá que hay un esfuerzo muy importante” y que “siempre es mucho mejor garantizar la convivencia en paz que vivir en un clima y convivencia y guerra”. 

Por su parte, el juez Baltasar Garzón, entrevistado en la misma cadena, relama la participación "muy activa de las víctimas” en el proceso para para darle "credibilidad". "Y eso significa explicación, pedagogía, no imposición, significa buena voluntad", puntualiza haciendo hincapié en que se trata de un conflicto que todavía está vivo. "Es el primer ejemplo en el mundo de que esto se está produciendo, no hay ningún precedente similar, por tanto, avanzamos hacia lo desonocido". 

¿Cumple los requisitos? 

En cuanto a si el acuerdo cumple las exigencias de justicia requeridas a nivel internacional, el juez Baltasar Garzón insiste en que es uno de los temas más delicados y debatidos. “Ya son conocidos los puntos de vista a partir de una carta que remitió a la presidencia de Colombia y a la Corte Constitucional de la fiscalía de la Corte Penal Internacional mostrando sus dudas y viniendo a decir que no abandonaría la exigencia de justicia”. 

Y aclara lo siguiente: justicia restaurativa no tanto retributiva. Es decir, “No tanto en penas de cárcel o no al menos en todos los casos  si hay una verdad si es abierta, compartida si es exigida y es impuesta en el sentido de que no participe el que quiera hacerlo si no todos los que deban hacerlo, puede ser el mínimo exigible siempre y cuando se cumplan todos y cada uno de los requisitos”. Por último recuerda que se encuentran en un régimen de justicia transicional, cualquier déficit en ese sentido haría no creíble el acuerdo.