Mariano Rajoy, como buen gallego, no se sabe si sube o baja. Tras aceptar el encargo del rey Felipe VI, ha hecho de la urgencia una bandera. Ha pedido celeridad y prontitud a todas las formaciones políticas para permitirle formar un Ejecutivo, pero retrasó una semana la votación del Comité Ejecutivo Nacional del PP para dar luz verde -o no- a las exigencias de Albert Rivera. Y es que, el presidente en funciones tiene paralizado a todo el pueblo español, incluido el Rey.
Normalmente, el monarca pasa una semana en el Palacio de Marivent y después tienen unos días libres en los que Zarzuela no informa de sus actividades. Sin embargo, como ya anunció el propio Felipe VI, “son unas vacaciones atípicas. Habrá que adaptarse”. Todos los compromisos de la Familia Real se han visto perjudicados y a día de hoy no tiene prevista ninguna actividad en su agenda oficial porque depende de lo que diga mañana la Ejecutiva del PP.
El Rey ha justificado la parálisis de su agenda por el atípico escenario político, sin precedentes en España: “Es muy complicado planear”. Y es que, hasta el calendario del Jefe del Estado está sujeto a los pasos de la “larga caminata” de Rajoy. De hecho, Felipe VI se ha tenido que ausentar de los Juegos Olímpicos de Río 2016 para cumplir con la agenda política.
El monarca despidió en el aeropuerto a la delegación española deseándoles suerte y asegurando que “os seguiremos con enorme interés y atención pegados a la tele, a la radio, a la ‘tablet’ o a lo que haga falta”. En este sentido, entendió que la prioridad era atender al calendario político en lugar de al deportivo, contrariamente a lo que hicieron directivos de RTVE. El propio director, Eladio Jareño, permanecerá en Río de Janeiro hasta el final de los Juegos, tal y como os hemos contado en ELPLURAL.COM.
Este miércoles se reúne la cúpula del PP para decidir si suscriben las exigencias del líder de Ciudadanos. A raíz de este encuentro, donde Rajoy llevará la voz cantante, Felipe VI rellenará su agenda. El presidente en funciones podría anunciar la fecha del debate de investidura o bien continuar dilatando los plazos.
