Hace poco más de una semana una ONG francesa decidió dedicar un día en un parque acuático próximo a Marsella a las mujeres. En el marco de esa actividad, desde la citada organización se invitó también a mujeres muslmanas autorizando el uso de los llamados 'burkinis', lo que provocó una fuerte polémica en Francia, país en el que algunas autoridades locales planeaban su prohibición y que provocó, incluso, la cancelación de la actividad.
Esa controversia ha aumentado de forma considerable al confirmarse en las últimas horas que el Ayuntamiento de Cannes ha decidido no permitir el uso de ese tipo de trajes de baño. Lo ha hecho en nombre del laicismo y para evitar posibles altercados. 
A raíz de la medida, la Liga de los Derechos Humanos (LDH) y el Colectivo contra la Islamofobia en Francia (CCIF) han anunciado ya que llevarán a los tribunales esa prohibición del acceso a las playas y el baño a quien "no respete las buenas costumbres y la laicidad, las reglas de higiene y de seguridad".
Seguridad e higiene
Hay que recordar que el decreto de la alcaldía de la ciudad gala, en manos del conservador David Lisnard, está en vigor desde el pasado 28 de julio, pero se dio a conocer este jueves, precisamente tres días después de la anulación de la iniciativa prevista en un parque acuático cerca de Marsella. 
La legislación en vigor sólo prohíbe el burka, que cubre todo el rostro, por motivos de seguridad, así que las autoridades locales se apoyan especialmente en este argumento para respaldar su decisión. Una prenda que "manifiesta de forma ostentosa una pertenencia religiosa, cuando Francia y los lugares de culto religioso son actualmente objetivo de ataques terroristas, puede provocar disturbios del orden público", detalla la nota, que no cita específicamente ese tipo de bañador.
Pero el director general de servicios del ayuntamiento, Thierry Migoule, sí ha ido más lejos y en declaraciones a "Francetv info" asegura que el "burkini" es una "señal de adhesión al yihadismo" y plantea además "problemas de higiene".
"Amalgama peligrosa"
Las dos organizaciones que van a recurrir esa decisión son categóricas: "La alcaldía organiza la discriminación contra mujeres que no cometen ningún delito", dice la LDH, para la que con la referencia a los dos últimos atentados se hace "una amalgama peligrosa para la paz social".
Por su parte, el CCIF añadió que los argumentos oficiales son "chocantes", y los acusa de instrumentalizar tanto el atentado yihadista de Niza del pasado 14 de julio como el que doce días después acabó con la vida de un cura que oficiaba misa en Normandía, en el norte del país.