Es sólo una frase, pero suficiente para hacer el llamativo titular. En El País, para quienes la ha hecho Felipe González, la escriben así: “La decisión de Rivera es el primer acto de responsabilidad política desde las elecciones”. Nada más. Naturalmente, expresidente y diario de PRISA se refieren a la oferta de seis puntos que hizo Albert Rivera a Mariano Rajoy para pasar de la abstención al sí a su investidura.

No hay más, pero esta frase ha bastado para subrayar las diferencias que se viven en el PSOE, y aumentar la presión sobre la dirección socialista actual que, como es sabido, insiste en que votarán no al proceso de investidura de Rajoy consistentemente en primera y segunda vuelta. Y que lo hacen además, lo cual es cierto, bajo mandato del Comité Federal, máximo órgano de poder entre Congresos, de su partido.

Las declaraciones de González no son únicas. Él mismo ya lo había dicho con anterioridad en palabras similares. Su antiguo vicepresidente, Alfonso Guerra, ha insistido en que es contradictorio, en su opinión, decir que no a unas terceras elecciones y mantener la negativa a abstenerse a la formación del gobierno Rajoy. O también José Bono se ha movido en ese mismo sentido.

Incluso José Luis Rodríguez Zapatero, aunque dándole un tono diferente a su sugerencia, llamó en su momento a que se dialogara más dentro del PSOE sobre el asunto.