De nuevo el paro, de manera muy destacada, con un 75,6%, aparece como la gran preocupación de los españoles, que sitúan la corrupción y el fraude como segundo principal lastre del país, con un 43.4%. Ya muy lejos, pero como prueba de la desconfianza que causa la clase política, en tercer y cuarto lugar aparecen los problemas de índole económica y los políticos y la política, con casi un 20%.

En este sentido, este CIS incluye también las preguntas clásicas sobre la visión de los españoles sobre la economía y la política.

Con respecto al primer asunto, nada menos que un 51,6% de los españoles dicen no sentir que la situación económica haya mejorado, y lo que quizás resulte más significativo, un 29,6%, a pesar de los datos macroeconómicos, siguen diciendo que la situación económica del país les parece peor, frente a sólo un 17,1% la ven mejorando. El mismo pesimismo que se proyecta al futuro, ya que, de nuevo, casi un 40% de los españoles piensan que la situación continuará igual dentro de un año, un 23% teme que aún será peor, y de nuevo los optimistas son el grupo más pequeño, con tan sólo un 19,3%.

Unas cifras que parecen calcarse cuando a los españoles se les pregunta por la situación política. Son un 50,1% los que piensan que vivimos en un estancamiento, y nada menos que un 40,2% los que piensan que aún está peor. Tan sólo un 6,2% de los encuestados piensan que se ha mejorado. Y de nuevo, ese pesimismo se proyecta al futuro. Mientras que un 37,5% de los españoles considera que dentro de un año seguiremos en la misma crisis política, un 25,4% la situación política aún será peor. Sólo un 16,7% opina que para entonces la política estará mejor.

En este CIS también se ha preguntado a los españoles su opinión sobre cómo se utilizan los dineros públicos. En este sentido, destaca que un 55,5% de los entrevistados aceptan que es necesario pagar para que el Estado pueda prestar servicios públicos frente al 29% que siente que los impuestos son una coacción del Estado, que obliga a pagar sin que se sepa muy bien a cambio de qué.

Mayor desconfianza muestran los españoles sobre cómo se está realizando la recaudación de los impuestos. Nada menos que un 86,6% piensan que los impuestos no se cobran conforme a justicia, “que pagan más quienes más tienen”. Y otra parte contundente, un 66,8%, piensa que existe mucho fraude fiscal, al que se suma otro 27,8% que tiene la percepción de que el fraude es bastante grande.

En este mismo sentido, el CIS ha preguntado también sobre la calidad de esos servicios públicos que se derivan de los impuestos. Y el suspenso es generalizado. Los españoles en este sentido siguen apuntando como el servicio que consideran más efectivo el de la seguridad y el transporte, seguido por la sanidad, y critican fuertemente el descenso de la calidad en el apoyo a la dependencia y los servicios sociales. Pero la mayor queja viene para la administración de la Justicia, ya que sólo un 13,2% considera que su funcionamiento es muy o bastante bueno, frente a un 75% casi que considera que funciona poco o nada satisfactoriamente.