Tras la reunión del Rey Felipe VI con el presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, este último compareció ante los medios para comunicar a los ciudadanos que aceptaba el encargo del monarca de formar un Ejecutivo, pero lo hacía de una forma ciertamente ambigua, un ‘sí’ en diferido. El líder popular confirmó que emprendería la ardua tarea de “buscar apoyos”, pero no aclaró si iba a acudir a la investidura.

Doble rasero de La Razón y ABC al tratar la cuestión catalana y la postura de Rajoy

El artículo 99.2 de la Constitución Española es claro: “el candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara”. Es decir, que si el Rey le encomienda dicha tarea, tal y como ayer comunicó a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, debe someterse a la confianza de la Cámara. De lo contrario estaría soslayando la Carta Magna, aquella que tanto dicen defender y respetar.

Es constitucionalmente indiscutible que Rajoy debe presentarse a la investidura, pero como no lo ha aclarado, la prensa derechista ya se ha puesto manos a la obra para defender la postura del líder popular. La Carta Magna no puede ni respirar de lo que la están estrujando para encontrar un recoveco en el que resguardarse. El diario de Paco Maruhenda,  La Razón, afirma en uno de sus editoriales que no se trata “de un debate jurídico” sino “político”. Pero este mismo periódico en la cuestión catalana se muestra menos comprensivo. A los indepentistas siempre les exigen que sus decisiones políticas deben respetar en todo momento la Constitución. Es la habitual ley del embudo, el doble rasero, de este periódico cuando el PP está por medio.

Lo mismo ocurre con la opinión de Carlos Herrera en ABC, donde al hablar de los independentistas no se corta en decir que “a tipos que desafían leyes no se les puede dar absolutamente nada”. Sin embargo, si Rajoy elude presentarse a la investidura por falta de apoyos -tal y como dejó entrever ayer- estaría retando al documento legislativo por excelencia. En este caso, ¿por qué habría que dar a Rajoy el gobierno, tal y como pide cada día desde su programa de radio?

“No sabemos si fue un fallo al expresarse o que ejerció de gallego, que según el viejo dicho ‘en una escalera nunca se sabe si está bajando o subiendo”

Los argumentos de la prensa de la derecha van desde culpar al resto de partidos hasta exprimir los plazos establecidos e incluso a hacer referencia a la procedencia de Rajoy. “Ya nadie parece saber qué es eso de la buena fe”, reza uno de los artículos de ABC sobre la negativa del PSOE y la abstención de Ciudadanos. Pero, sin duda, la justificación de José María Carrascal se lleva la palma: “No sabemos si fue un fallo al expresarse o que ejerció de gallego, que según el viejo dicho ‘en una escalera nunca se sabe si está bajando o subiendo”.

Ocurrencias aparte, el siguiente paso le corresponde, según el artículo 170 del Reglamento del Congreso, a la presidenta del Congreso. Ana Pastor será la encargada de convocar a la Cámara para el debate de investidura, previa reunión con el candidato. Lo hará, según Rajoy, “en un plazo razonable”, el necesario para recabar apoyos. Si el actual presidente del gobierno en funciones no logra una mayoría parlamentaria que logre investirle presidente podría no presentarse y declinar así el encargo del Rey. En este caso, estaría violando una ley de la Constitución; ¿cómo justificará eso la prensa de la derecha?