Tres años que parecen una eternidad para la gran mayoría de españoles, pero cuyo recuerdo sigue muy latente en las víctimas y sus familias. Para ellos parece que fue ayer. Desde aquel 24 de julio de 2013 siguen pidiendo justicia.

No han dejado de movilizarse, de importunar, de pedir, de reclamar, de instar a que se les ofrezcan unas explicaciones transparentes de por qué aquel Alvia es su pesadilla desde entonces.

Muy pocas respuestas positivas, por no decir ninguna, han recibido por parte de la clase política que, quizás, espera que el tiempo cure heridas. Pero la pérdida de seres queridos es inmune al paso de los días, meses y años, y muchas de las consecuencias físicas y psicológicas de quienes sobrevivieron les acompañarán para siempre.

Uno de los momentos más recordados por los afectados por el accidente de Angrois tuvo lugar con motivo del primer aniversario del suceso. El documental Frankenstein 04155 recoge ese instante.

Entonces, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, propuso condecorar a las víctimas, una medalla que la gran mayoría de ellas rechazó. Ellas querían -y quieren- justicia y explicaciones.

Para ello, incluso, adelantó un día el acto que habitualmente se celebra cada 25 de julio. Las víctimas se presentaron en la puerta del lugar donde se desarrollaba el acto y fueron recibidos por antidisturbios que les impidieron la entrada. La imagen y los sonidos lo explican.