Es una cura de humildad. Para quienes adoran las redes, que se creen el ombligo de este nuevo mundo. Y para los medios, que entramos tan a menudo en un juego en el que estamos siendo utilizados, a menudo sin que lo sospechemos. La pasada campaña electoral dejó en los últimos días un caso claro de esa ignorancia que, en lo que afecta a este medio, aquí y ahora humildemente reconocemos: Rajoy paseando entusiasmado por un campo de alcachofas mientras declaraba, muy en su línea simplona (aparentemente) que “este campo de alcachofas me emociona”.

'Marianada' y otras risas por la culata

A los medios y qué decir, a los tuiteros, aquello nos/les pareció motivo de mucha risa. En ELPLURAL.COM llamamos a que los lectores nos enviaran los comentarios que les provocaba la visión de Mariano entre alcachofas: la última ‘marianada’. En el Huffington Post hablaban de que “la campaña electoral lleva a los candidatos por caminos raros” y titulaban “la foto de Rajoy andando entre alcachofas que triunfa en Twitter”.., y en el mismo sentido se ironizaba con titulares en Público, en la Cadena SER…  

Y qué decir de los tuiteros, periodistas o no… Cristina Pardo, la periodista de La Sexta, presentadora ocasional de Al Rojo Vivo, publicó un tuit que, sin que queramos señarla a ella en absoluto, podría valer de modelo para los miles que en aquel momento convirtieron en asunto en trending topic:

Y ahora, después de la campaña, nos enteramos de que foto y comentario en realidad estaban estudiados al detalle. Que ‘el Big Data’ andaba detrás de lo que parecía una astracanada más de Rajoy y de los que le habían llevado allí. O al día siguiente a pasear entre vacas, otro momento que también produjo mucho solaz en las redes sociales. “El ruido en las redes lo hace la gente urbana y joven…, pero el ruido y las urnas no coinciden sino muy escasamente”, dice Ana Salazar, directora de Análisis y Estrategia en la consultora Red Lines .

El 'Big Data' y el 'Big Brother'

Pero ¿qué es el Big Data? “Antes cuando realizabas un estudio, sólo tenías las encuestas -dice Salazar-, que te daban datos muy generales y poco objetivos.., ahora simplemente con que enciendas tu teléfono empiezas a dar una cascada de datos concretos y comprobables, empezando sobre tus movimientos físicos, e incluyendo aquello que consultas, cuánto tiempo dedicas a una web o qué haces en ella… Y todos esos datos son públicos y adquiribles”. Sí, porque esa información está en venta. ¿Y quién no tiene un teléfono móvil? ¿O incluso dos? “Lo único que está protegido es tu nombre, pero tu nivel cultural, tu nivel económico, tus preferencias.., son fácilmente deducibles de dónde vives, qué haces, qué compras…”. Incluso, lo de la protección de tu nombre no está seguro.

El Big Data aplicado a la política es el resultado de mover, mezclar, cruzar y agitar todos esos datos, con las encuestas electorales que ofrecen otro dato fundamental, como nos cuenta Ana Aldea, experta en el uso de las nuevas tecnologías en el mundo de la sociología: “lo que preocupa y de lo que se habla en redes en los barrios de las grandes ciudades, o en las zonas rurales donde hay más voto disputable”. Es decir, aquel que no está decidido por ninguna formación.

Y nos da un ejemplo concreto de cómo se entró en este mundo de la modernidad política: Cuando durante su campaña de 2008, y más aún de 2012, “Barack Obama acudía a un sitio a dar un mitin, pongamos Puerto Rico, sus asesores de The Messina Group (TMG) habían analizado de lo que hablaban en redes sociales en aquella zona, lo que les preocupaba, lo que querían ver resuelto.., y de eso les hablaba Obama. Es decir, el candidato no iba con su discurso, sino que hacía un discurso específico para su audiencia”.

Los 'americanos' de Rajoy

Sí, quizás hayan oído o leído estos días hablar de TMG, porque en efecto, esa ha sido la empresa que ha estado detrás de la campaña de Mariano Rajoy en Facebook este 26J y no ha ayudado poco a su éxito (137 escaños puede llamarse así cuando se hablaba de veinte menos en el arranque de campaña). Incluido, al parecer, la visita “emocionado” al campo de alcachofas. Rajoy, del que nos creíamos reír, estaba cumpliendo en ese momento con su rol como en algún cartel de las redes, aunque en otro tono, se apuntó en aquellos días.

El conocimiento del Big Data, y aquí está la importancia máxima de su estudio en profundidad, permite no sólo dirigir la campaña política dependiendo de la zona que el candidato visite, sino también preparar anuncios, cuasi dirigidos con una alta fiabilidad, sobre todo para Facebook, dirigidos a un público específico que los partidos saben que es su target deseado. “Ahora es posible que le des a los responsables de Facebook los datos del algoritmo que buscas, mujer, empresaria, con dos o más hijos y que vivan en una zona determinada.., y ellos ponen en sus páginas personales ese anuncio que quieres hacerles llegar. Y lo mejor, por poco dinero”, nos explica Ana Aldea.

Hay herramientas, algunas españolas, como Xeerpa, que permiten a las empresas cuando te suscribes a ellas convertir en negocio tus datos. Hablamos de grandes almacenes, de medios de comunicación, de empresas de servicios.., incluso de webs de fans, a los que cuando pinchas en su página de enrolamiento aceptando sus condiciones les estás dando permiso para manejar tus datos. “Si algo es gratis, es que tú eres el producto”, sentencia Ana Salazar.

Esos datos tuyos, junto a los de otros millones de personas se convierten en, literalmente, billones de datos que a su vez, convenientemente analizados, permiten navegar en un mar gigantesco en el que las empresas que quieren tu dinero.., o tu voto, pescan cada vez con mayor precisión.