“En estos momentos lo que ha pasado ha sido un tsunami. Ahora no es tiempo de ponerse a pensar en la decoración ni a discutir si en el futuro hay que levantar un hotel de cinco estrellas… Ahora de lo que se trata es de ponerse las botas y los guantes de goma y empezar a limpiar, a sacar el barro, encontrar la foto de la familia y ver dónde la ponemos”. Un dirigente del PSOE de los de toda la vida hace un retrato así de realista de la situación interna en su partido. Un escenario que viene a resumirse, en palabras de otro, con esta imagen: “antes de irse de baile, hay que levantarse de la silla de ruedas en la que nos movemos ahora”.

Los cuándo y los quiénes

Y es que hablar estos días con dirigentes socialistas es pasar de palabras tristes, a palabras serias, a palabras enfadadas, muy enfadadas… “Nunca hemos estado peor y parece que no se dan cuenta”, concretan mirando a la dirección de Ferraz los que miran los números y reducen su balance a ese 85 que marca la casilla de partida de los diputados del PSOE en el Congreso. Y luego están los optimistas, los que dicen que ya el problema es tan grande que “no hay forma de ocultarlo” y, por tanto, “a nadie se le escapa que hay que meter mano ya”.

Pero meter mano ¿para hacer qué? ¿Y cuándo?... ¿Y con quién? Y aquí se ve que en su retroceso el tsunami aún deja olas, porque en el PSOE siguen nadando en direcciones diferentes. A veces opuestas.

"Calma, mucha calma", o "a la vuelta del verano"

“Calma, mucha calma”, se autoprescriben en la actual dirección de Ferraz como medicina.  Pero desde fuera de Ferraz la receta es muy diferente: “Si el Congreso se atrasó con el argumento de que había que esperar a formar Gobierno, tan pronto como Rajoy lo haga a finales de mes o a primeros de agosto, hay que ponerse en marcha: a finales de verano tenemos que tener ya un calendario para la renovación interna”. O lo que es lo mismo: el pulso entre Pedro Sánchez y los suyos frente a los otros, va a ser duro por mucha crisis que haya en el PSOE. Se huele a sangre, metafóricamente hablando, claro.

Por concretar, empecemos por el cuándo. Las prioridades en el calendario que ven en Ferraz, dentro de esa “calma, mucha calma”, es “primero el país, luego el partido”. Eso, asegura a ELPLURAL.COM uno de los hombres que ha dirigido la pasada campaña, no incluye otra cosa que esperar a “que gobierne Rajoy”, y “a la vuelta del verano veremos lo que es mejor para el PSOE”. Y ese veremos, en Ferraz no lo ocultan, llevaría el Congreso, a ser posible, a diciembre. Lo que, claro, daría más tiempo a Pedro Sánchez para fortalecerse y alejarse de los resultados del 26J.

Perros perdigueros, congelados delante del arbusto

Demasiado lento, dicen quienes quieren acelerar el proceso de limpieza tras el paso de la tormenta que ha llevado a los socialistas a esos “datos peores de la historia”. Y recuerdan que la actual dirección del PSOE vive en prórroga su mandato desde el pasado mes de febrero, cuando debería haberse procedido a la elección de un nuevo secretario general, o la reelección del actual (que fue elegido, recordamos, por la dimisión antes de su plazo de Alfredo Pérez Rubalcaba), y la celebración del Congreso ordinario.

“Lo lógico sería que para finales de septiembre haya nuevo secretario general, y en octubre se celebre el Congreso ordinario que venimos atrasando desde febrero por el lío del país; otra cosa sería un enorme error”, piden los opuestos a Sánchez. Como se ve un calendario que está muy lejos de contentarse con esa “calma, mucha calma” en la que ha entrado la actual dirección de Ferraz, consecuente con el estado de quietud total que ahora recomiendan (“como los perros perdigueros ante la presa”, nos han puesto como ejemplo). Y es verdad que estos días han desaparecido, o al menos reducido al mínimo posible, sus apariciones públicas tanto Sánchez como sus más allegados a la espera de la ronda.

Viejas alianzas, nuevas alianzas

Pero si el cuándo es complicado, donde se anuncia la pelea con todo es sobre el quién. “No hay más que tres posibles nombres, y uno no va a ser” -nos dice una dirigente socialista de los tiempos de Zapatero-. Y nos da esos nombres: “Javier Fernández, que se niega en absoluto a dar el salto desde Asturias, y ya le presionaron inútilmente con todo para sustituir a Rubalcaba; Susana Díaz, que parece que por fin está decidida a dar el salto.., y si no, que siga Pedro Sánchez. No hay más, no hay mirlos blancos”.

Y aquí es donde llega la creatividad. Desde Andalucía fue donde primero nos apuntaron una posibilidad que ahora se repite en otras partes y no deja de tener su punto irónico: Susana Díaz se presentará como secretaria general, aliada a Edu Madina (el hombre, aquí viene la ironía, al que en la primavera de 2015 impidió controlar el partido para colocar, literalmente, en el puesto a Pedro Sánchez) como general secretario. Y por este cargo entiéndase, dado que la presidenta andaluza no es diputada, que Madina sería el portavoz del Grupo Parlamentario, la cara de la dirección socialista en el día a día.

Las llamadas a Madina

Madina completa a Susana -nos decía uno de los dirigentes socialistas con los que hemos hablado-. Ella tiene su fuerza.., él le añadiría su imagen, su carisma y el aporte ‘no sureño’ para que romper el mito de que el PSOE es un partido que está quedando reducido a Andalucía y Extremadura”.  

¿Se decidirá esta vez Susana? Alguien muy, muy próximo al propio Madina, confirmaba a ELPLURAL.COM que el dirigente vasco en persona está convenciendo a la andaluza, a pesar de su pasado de desencuentro, a que dé el salto y pase a controlar el partido: “le está ayudando activamente”. Y que el propio Madina se sumaría a ese proyecto. "Lo que le hicieron hace un año ya está pasado. Él ahora está contento, está tranquilo, porque ha visto la reacción que ha habido tras su elección en las listas de Madrid... Le han llamado, sin excepción, todos aquellos que hace un año le dejaron colgando del vacío, en algún caso incluso para pedirle perdón y reconocer que se confundieron. 

Los barones decididos, pero menos

¿Cuál sería el papel de los barones en este pulso? De momento, parece que las grandes federaciones socialistas siguen del lado de la presidenta andaluza. “Menos Cataluña, e Iceta está en una situación difícil, Murcia, Baleares, País Vasco, Castilla y León y la presidenta de Madrid, que no la federación -nos dice alguien que conoce muy bien la organización interna del partido- todos los demás siguen esperando a que Susana dé el paso”. La presencia de Madina facilitaría la aceptación de Susana por parte de algunas federaciones, como Extremadura.

“Eso sí -nos dice un personaje muy veterano del socialismo- Susana tiene que venir pensando en “coser” todo el partido, en poner punto final a la guerra interna que se vive desde que salió Zapatero. Hay que unirse, tiene que sumarse al proyecto gente de todas las partes, si no es así, estamos jodidos”. ¿Y Sánchez? "Todos los secretarios generales, desde González a Rubalcaba, pasando por Almunia y por Zapatero, todos, supieron que la supervivencia del partido estaba por encima de la suya propia y se fueron cuando tuvieron que hacerlo".

Dejar gobernar a Rajoy, para ser oposición

En lo que coinciden todos con los que hemos hablado, por cierto, dentro y fuera de Ferraz, es en que no habrá, ni tiene que haber, un nuevo intento de formar un gobierno por parte de Sánchez. “Hay que dejar gobernar a Rajoy” es la frase. O “a nosotros, al PSOE, lo que nos toca ahora es liderar el ejercicio de la oposición” ¿Y cómo pueden cumplirse esas dos premisas? “Está claro, al final, para que Rajoy pueda gobernar -reconocen en todos en el PSOE-, resultará inevitable que los socialistas, o algún socialista, el día adecuado se abstenga”. Otra cosa es cómo ese acto se representará.