Lo que le faltaba a Liberbank, el banco fruto de la fusión de las cajas de ahorro Castilla La Mancha, Extremadura, Cantabria y Asturias, y que desde  su unión preside el polémico Manuel Menéndez, uno de los banqueros preferidos por María Dolores Cospedal, a cuyos actos socio-económicos el financiero asturiano no suele faltar, fue chantajeado por Luis Pineda y Miguel Bernad, presidentes de Ausbanc y del Sindicato Manos Limpias, respectivamente, y en la actualidad en prisión, a los que entregó más de un millón de euros para que ambas organizaciones criminales levantaran la mano contra su entidad y convencieran a los clientes descontentos con las políticas hipotecarias llevadas a cabo por la cúpula bancaria liderada por el citado Menéndez.

917.000 euros para el bolsillo de Pineda

El juez Santiago Pedraz lo tiene claro: Luis Pineda, presidente de Ausbanc, y su compañero de correrías criminales Miguel Bernad, extorsionaban y amenazaban a banqueros y empresarios exigiéndoles grandes cantidad de dinero a cambio de retirar las acusaciones contra sus entidades y empresas en los juzgados, según recoge el auto del magistrado de la Audiencia Nacional. Entre todas extorsiones, destaca la que afecta al presidente de Liberbank, Manuel Menéndez, que entregó a Pineda 917.000 euros destinados a los perjudicados por las cláusulas suelo, tras alcanzar un acuerdo con Ausbanc para evitar más demandas de los afectados, pero que al final se los quedó él hoy presidiario en Soto del Real.

Sin control del destino…

Sin embargo, el informe emitido por la UDEF deja muy mal parado al presidente de Liberbank, ya que según la Policía la entidad pagó directamente a Ausbanc para que fuera la asociación de Pineda la encargada de distribuir el dinero entre sus asociados, así como de convencerlos para que firmaran la renovación de las cantidades, “no comprobando Liberbank si las cantidades abonadas se distribuían en las cuantías acordadas o si Ausbanc distribuía otras y se quedaba con el remanente”, concreta el documento; es decir, ni Menéndez ni nadie de Liberbank veló para que las cantidades llegaran a los clientes. Según aparece en el informe, recogido por la Cadena Ser, Ausbanc Consumo recibió cuatro abonos procedentes de Liberbank por un importe total de 1.145.000 euros. Pineda, sin embargo, solo repartió a 164 damnificados 346.161 euros, y se quedó 917.000 para él.

“Negociar de manera amistosa”

Llama la atención que semanas antes de que Liberbank entregara a Pineda el millón de euros, el presidente del banco, Manuel Menéndez, defendía la legalidad de sus cláusulas suelo, al mismo tiempo que se comprometía solemnemente a negociar “de manera amistosa” con los clientes cuyos contratos pudieran ser objeto de modificación, evitando “innecesarios procesos judiciales, largos y costosos para ambas partes”, dijo en febrero de este año durante su intervención en la junta general de accionistas celebrada en Madrid. Menéndez reconocía también que la tendencia actual “parece poner en cuestión” la aplicación de esta condición en los contratos hipotecarios. Declaraciones, claro, tras conocer la sentencia que anulaba las cláusulas suelo de 40 bancos y cajas de ahorros al considerarlas poco o nada transparentes.

Despido de mil trabajadores

Pero mientras que Menéndez entregaba 1.145.000 euros a Pineda para “evitar largos y costosos procesos judiciales” con sus clientes, diseñaba un devastador plan de ajuste de la plantilla que finalmente afectó a 1.090 personas en toda España entre bajas voluntarias e incentivadas. El desmantelamiento de lo que fue en su día la principal entidad financiera de Castilla La Mancha, intervenida por el Banco de España en marzo de 2009, ha traído consigo el cierre de centenares de oficinas y la reducción de la plantilla a más de la mitad, además de anular la sede central de la entidad en Cuenca, que representaba para la ciudad una importante motor económico y necesaria fuente de ingresos, hoy desaparecida, así como los objetivos socio-culturales de la inexistente Obra Social de la entidad.