“Calma”, “prudencia”, pedía Alberto Garzón y todo parece apuntar a que con más del 87% de los votos escrutados esa prudencia se va a materializar en tener que reconocer un fracaso. El primer paso ya lo ha dado el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, que ha reconocido que, aunque “aún queda mucha noche por delante y votos que contar”, de confirmarse los datos actuales (entre 71 y 72 escaños para Unidos Podemos), “los resultados no son buenos para la coalición ni para España”.

De hecho, ha reconocido que “no son los resultados que esperaban”, pues en ambos partidos (Podemos e Izquierda Unida) llevaban tiempo dando por hecho el ‘sorpasso’ al PSOE.

“¡Queda noche!”, repetía Errejón como un mantra de autocomplacencia. “Unos pocos votos pueden mover los resultados”, añadía. Pero al final ha tenido que reconocer lo que todo el mundo sabe: “Los resultados no son buenos”.

Pese a ello, avisa, el cambio en la política de este país ya no se puede frenar. Hay que ver lo negativo “en la medida en que retrasa un proceso de cambio político que en nuestro país empezó con el 15M”, ha recordado.

“Estamos demostrado que nuestro espacio político se consolida y que tenemos una posición determinante que puede ser decisiva en el futuro de nuestro país”, por eso, no tiran la toalla. “Estos resultados lo único que hacen es retrasar el cambio, pero no evitarlo”. “Los procesos de cambio político no se dan ni de forma lineal ni a la velocidad que a nosotros nos gustaría”

Un baño de realidad

Hay que reconocer que el ambiente en este “cuartel general” que Unidos Podemos ha montado en el Teatro Goya de Madrid ha cambiado drásticamente.

Al conocerse las llamadas encuestas a pie de urnas, que daban a la coalición 91 escaños,  un ‘sorpasso asegurado’ al PSOE, todo eran estallidos de aplausos y gritos de celebración. Ahora, con el 57% de los votos escrutados ha llegado el baño de realidad como una ola que ha ahogado las celebraciones. Por el momento, Unidos Podemos obtendría 71 escaños.

El ‘sorpasso’ se aleja cada vez más. Ahora cobran sentido las palabras de Garzón y su “calma y prudencia”, que lo datos pueden cambiar mucho. Aunque los políticos no hablan de ello, entre los compañeros de prensa ya se apunta a una idea: al final ha ganado el miedo, el temor a llegar a unas terceras elecciones.

Dispuestos a pactar

Desde la coalición, siguen a la espera y ya con los resultados definitivos será su candidato, Pablo Iglesias, el que tome la palabra y hable de futuro.

Por el momento, Errejón ya ha dicho que presentan “toda la disposición para que pueda conformarse un gobierno de progreso que empiece a trabajar para revertir las políticas injustas del Partido Popular”.