Parece increíble pero es cierto. Tras más de 40 años que el dictador murió en su cama, Franco sigue siendo ostentando el dudoso honor de ser Alcalde Honorario a Perpetuidad de la Ciudad e Hijo Predilecto y Adoptivo de Málaga. Tras la toma de Málaga por el ejército fascista, en 1937, se le concedió la distinción de Hijo Adoptivo y Predilecto. En 1943 el "Caudillo" recibiría el de Alcalde Honorario a Perpetuidad. 

La "Desbandá" como telón
El nombramiento de 1937 de Franco como Hijo Adoptivo y Predilecto tiene un carácter más que sanguinario si nos retroaemos al hecho siniestro -narrado en distintas ocasiones por este medio- de la "Desbandá", Tan solo unos meses antes de esta distinción al dictador, se vivieron en Málaga los sucesos más trágicos y siniestros de la guerra civil, superior aun al bombardeo de Guernica. La masacre de la carretera Málaga-Almería, conocida popularmente como la Desbandá, fue un ataque a civiles ocurrido en febrero de 1937, tras la entrada en Málaga de las tropas franquistas. Una multitud de refugiados que abarrotaban la carretera huyendo hacia Almería (ciudad bajo control republicano) fue atacada por tierra, mar y aire causando el asesinato de aproximadamente 5.000 civiles y con un éxodo, según recientes estudios actualizados, de en torno a 300.000 personas, Esta muchedumbre que huía atemorizada de la represión del criminal general Queipo de Llano -monsergas y chaladuras para el PP de Almería- estaba compuesta en su mayoría por mujeres y niños, que tuvieron que salir de la ciudad y pueblos del entorno y del trayecto a pie, descalzos incluso, mientras eran bombardeados desde el aire por la aviación alemana e italiana y desde el mar por buques franquistas.

Inexplicable "justificación" burocrática
Con este antecedente y el tiempo que ha pasado desde el advenimiento de la democracia es inexplicable que a pesar de que el pleno de la corporación municipal haya decidido hasta en tres ocasiones quitarle estas distinciones, la verdad, la triste verdad es que no se ha iniciado procedimiento administrativo alguno para que se lleve acabo. Todo ello además sería burocráticamente salvable si se tiene en cuenta que tan solo un decreto del alcalde, el popular Francisco de la Torre, podría ejecutar el acuerdo, al contar con el respaldo del pleno corporativo. Nadie se explica el por qué de este "impasse". Francisco de la Torre, no se olvide el detalle, fue Presidente de la Diputacion franquista en 1973 (foto interior). Ahora lleva dos décadas en la Corporación.

Como revelaba esta semana el Diario "SUR" en un excelente trabajo de la periodista Pilar R. Quirós, no fueron una sino tres las veces (1996, 2005 y 2007),  en las que el pleno municipal abordó esta cuestión. Curiosamente en las tres ocasiones "se votó y se aprobó bajo mandatos de gobiernos populares mociones en la misma línea:en el primer acuerdo era alcaldesa Celia Villalobos, y en los dos siguientes, el actual alcalde, según consta en las actas del pleno". Tanto PSOE e IU votaron siempre a favor mientras el Partido Popular se abstuvo. Esta curiosa abstención podría explicar la escasa o nula voluntad política del gobierno del PP de suprimir este honor y distinción al dictador Franco.

Un decreto del Alcalde bastaría
La situación reviste más gravedad si se tiene en cuenta que el alcalde tiene, en su pluma y en su mano, la decisión de quitarle el triste honor a Franco, El trabajo de diario malagueño de Vocento "explicaba como expertos juristas consultados al efecto, mantienen que para revocar este acto administrativo valdría otro del mismo rango, es decir otro decreto de Alcaldía.  Y si el regidor del PP cree que no hay suficientes motivos o justificaciones de ámbito local, siempre podría apelar a la urgencia de aplicar leyes de rango superior como son las de Memoria Histórica. Voluntad política y ganas de quitar un sanguinaria distinción, parece que, finalmente, es lo que falta.