El impacto económico que pueda tener el Brexit tanto en el Reino Unido como en el exterior es un tema controvertido y en el que caben múltiples puntos de vista, desde los más catastróficos hasta los que consideran que no traerá más que efectos positivos o los que, simplemente, creen que no conllevará ningún efecto notable fuera de las fronteras británicas.

Desde algunos sectores afirman que existe un claro riesgo de parálisis para el actual proyecto europeo, según los cuales el perder a uno de sus principales actores causaría a la UE una evidente volatilidad económica y una contención de las inversiones. Nada agita más los mercados que una situación de inestabilidad y falta de certezas de futuro.

Sin embargo, muchos en la UE también creen que el Brexit lo único que conseguiría sería ahondar en el aislamiento británico, que perdería influencia mundial debido a que se le escaparía su importancia como adalid norteamericano en Europa. Los ciudadanos europeos, por su parte, casi que no notarían los efectos de la salida británica.

Lo que sí puede provocar el Brexit es un crecimiento del euroescepticismo. Un efecto dominó que se puede desarrollar en el resto de países europeos agitando las corrientes más contrarias a Europa y potenciando los movimientos políticos hostiles a una mayor integración europea y a la cooperación del norte europeo con los países del sur. Más allá de cómo podría el Brexit afectar los mercados extranjeros en general, la salida de la UE puede ser un ejemplo para muchos países europeos.

De un modo inmediato afectará a la libra esterlina, generando un mal tono inmediato en las bolsas por las dudas respecto a la continuidad en el Reino Unido de ciertas grandes empresas y, por lo tanto, una debilidad temporal de las bolsas europeas y británicas.

Algunos afirman que orientará la tendencia hacia un comercio e inversiones globalizados, ya que el 40% de los productos británicos se exporta al mercado único y tendría que explorar nuevas posibilidades. Esto conllevaría un mundo de oportunidades para nuevos y experimentados inversionistas tal como puede leerse en portales especializados como IG Markets, así como para otros conocedores del mundo intercambiario de divisas y sobre todo del mercado inmobiliario.

Pese a todo, está por ver cuáles son las condiciones comerciales de un pacto Gran Bretaña-Europa en caso de producirse el Brexit ya que, si bien no a nivel de política de fronteras o de cooperación europea, sí puede ser que se mantenga un estatus comercial con condiciones similares.

Lo que es más que probable es que se dañaría la imagen de Londres como gran centro financiero globalizado. Muchas de las grandes instituciones financieras y empresariales que tienen hoy su centro europeo en Londres, probablemente buscaría una nueva localización, haciendo que la City perdiese gran parte de su influencia global.

¿Cómo va a relacionarse con el resto del mundo un país como el Reino Unido que pretende aislarse de sus vecinos? La respuesta es incierta y mientras algunos auguran un panorama inversor y financiero convulso e inestable por largo tiempo, otros, dentro y fuera de Gran Bretaña, creen que, pese a todo el ruido, los efectos del Brexit serán más que moderados.