¿Está Maloma Morales de Matos, la joven de origen saharaui pero nacionalizada española que permanece desde hace cinco meses en Tinduf, realmente retenida a la fuerza por su familia biológica? Y si lo está, ¿cuál es la razón de que no la dejen regresar a España? ¿Quieren algo a cambio por dejarla volver? ¿Dinero? ¿Asegurarse de que la joven seguirá visitándolos? ¿O es quizá la propia Maloma quien no quiere romper del todo sus vínculos con la familia saharaui, lo que ocurriría si regresara a España sin su consentimiento? El caso sigue teniendo muchas más preguntas que respuestas. Este lunes ha habido noticias de ella tras haber hablado durante una hora con su padre adoptivo de Sevilla, pero la información trasladada por este a los medios no ha despejado prácticamente ninguna de las dudas que se ciernen sobre el caso, si bien el mensaje de Maloma a su padre habría sido totalmente tranquilizador. Al menos eso es lo que José Morales ha trasladado a los periodistas. Obviamente, si Maloma está retenida a la fuerza y ambas familias están negociando su vuelta con la mediación del Gobierno español, no sería prudente por parte de Morales explicitar públicamente el estado real de la joven. En todo caso, sigue sin respuesta la pregunta principal: ¿por qué no ha vuelto todavía a casa Maloma? UN CASO 'COMPLEJO' Por su parte, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, sigue mostrándose bastante críptico y muy escueto en sus explicaciones. Lo único que ha dicho este lunes es que se trata de un caso "complejo, en el cual a diario se está actuando por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores y en contacto permanente con la familia". No obstante, se ha remitido a la información que pueda trasladar el Ministerio de Asuntos Exteriores. José Morales, padre de Maloma, ha comunicado a Europa Press que la joven y su familia española han tenido este lunes un "primer contacto" telefónico, extremo que ha calificado de "un gran avance" en el caso. Según Morales, Maloma ha transmitido a su familia española que se encuentra en el campo de refugiados de Smara, en la provincia argelina de Tinduf, y que está "bien". "Dice que esto se solucionará, pero que está todo muy alborotado", ha manifestado José Morales, según el cual la joven prevé entablar un nuevo contacto telefónico con su familia a lo largo de las próximas horas. MALOMA PIDE CALMA Y DIÁLOGO En declaraciones a Efe, Morales también ha indicado que su hija le ha dicho que quiere que se abra "una vía de diálogo y entendimiento entre las dos familias, y nos ha dicho que todo puede solucionarse, pero que debe haber calma. Nos ha pedido que no haya presiones, sino el diálogo necesario para llegar a un entendimiento entre las partes". En la conversación, según el padre, la joven ha estado tranquila en todo momento, explicando de forma relajada "que está muy agradecida a todos los que, de un modo u otro, están trabajando en conseguir que pueda regresar", pero siempre "dejando claro que quiere que ninguna de las dos familias sufra". "Hemos hablado de todo lo que debemos hacer para llegar a un entendimiento, para que Maloma vuelva pero que mantenga una relación estable con las dos familias, yendo y viniendo a los campamentos libremente, como hacen otras muchas mujeres saharauis», ha explicado José Morales. MÁS DE CINCO MESES La novedad de este lunes surge cuando han pasado ya más de cinco meses desde que la familia española de Maloma denunciase su "retención" a manos de su familia biológica. Mientras los familiares españoles de Maloma reclaman más esfuerzos a las autoridades, las mismas apuestan por que Maloma pueda hacer una declaración en terreno neutral y se pronuncie sobre si desea regresar a España o permanecer con su familia biológica en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf. Maloma, que tiene 22 años, empezó a visitar España con siete años en el marco de los programas de colaboración entre familias españolas y saharauis. Comenzó a residir de manera permanente con una familia de Mairena que, cuando ella cumplió 19 años, inició el proceso de adopción de Maloma a petición de la propia joven. El pasado diciembre, la joven viajó a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf porque le habían avisado de que su madre había enfermado. Pasada una semana, cuando se disponía a regresar a España, su familia se lo impidió y desde entonces la retienen en los campamentos, según denuncia su familia española.