Los dos principales asesores de Mariano Rajoy, Pedro Arriola y Jorge Moragas, mantienen un duro enfrentamiento sobre una cuestión clave dentro de la estrategia electoral: la asistencia del candidato del PP a los debates televisados. Arriola, sociólogo de cabecera primero de Aznar y luego de Rajoy, mantiene una estrecha relación con el presidente del PP, fue precisamente quien le acompañó en el debate que éste tuvo con Zapatero en la campaña del 2008, en el que se hizo famosa la 'niña de Rajoy' y que según todas las encuestas el candidato popular perdió. Jorge Moragas compatibiliza dos cargos, jefe de gabinete del Presidente del Gobierno y jefe de campaña, algo inusual dado que tradicionalmente los dos partidos que han gobernado España han procurado separar la gestión de gobierno de la de partido. Moragas ha conseguido tanto poder gracias a, entre otras cosas, el eterno enfrentamiento entre las dos números dos, Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría.

Arriola en contra
Pedro Arriola, marido de Celia Villalobos, tiene un récord: es el sociólogo que ha asesorado en más campañas electorales a un candidato. Desde 1996 ha estado en la 'cocina' de las campañas del PP con sus encuestas y los análisis sobre las mismas. Arriola no quiere que Rajoy participe en ningún debate, según hemos podido saber de fuentes populares de toda solvencia. Lo que no aclaran dichas fuentes es el motivo principal, aunque en Génova especulan con dos motivos fundamentales, la primera que Arriola considera que Rajoy debe arriesgar lo mínimo y un debate siempre es arriesgado; y la segunda es que la foto de Rajoy como 'lo viejo' frente a Sánchez, Rivera e Iglesias como 'lo nuevo' es lo que quedará en la retina de los españoles.

En la balanza  de Arriola cuenta que Rajoy perdió el debate frente a Pedro Sánchez, quien aunque se excedió al llamarle "indecente", contra todo pronóstico golpeó a Rajoy con la economía, tema estrella de los populares en la pasada campaña. En esta parecen apostar por la "seriedad" y la "credibilidad" frente a los "experimentos".

Moragas a favor

Jorge Moragas, ahora con tanto poder que hasta El País le dedicó un reportaje hagiográfico, es partidario de que Rajoy debata, concretamente pelea porque su jefe esté en el 'debate a cuatro' (candidatos del PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos). Considera que no acudir perjudica a su jefe en el flanco de que "no da la cara", que "no se atreve" o de escaso compromiso democrático. Moragas y 'sus chicos' -como les llaman en Génova- están firmemente convencidos de que precisamente en ese debate a cuatro Rajoy puede demostrar la idea fuerza dela campaña: la solvencia frente las ocurrencias, la experiencia frente a la inexperiencia.

La 'excusa' de que si Rajoy no va no irán los demás
Arriola se apoya además en la idea, apuntada por el líder de Podemos, de que o hay debate con el candidato del PP o no habrá debate. Se señala también que Pedro Sánchez podría hacer lo mismo, sin embargo, en el equipo de Moragas se hacen la siguiente pregunta: ¿alguien se cree que Iglesias o Rivera van a desaprovechar la oportunidad de ir a un plató de televisión?". No olvidan que Iglesias ya concede entrevistas hasta a La Razón.

Rajoy: "¿con quién lo tengo?"

Mientras tanto Rajoy declaró este miércoles que el problema de los debates electorales es "¿con quién lo tengo?" porque "cuando se le pregunta a los partidos responden que lo diga Rajoy", situación provocada porque hay "unas 25 o 30" peticiones de medios y lo que quieren los otros partidos es que sea él quien diga "que 25 o 30 debates no se pueden hacer porque no hay tiempo para ello". De estas declaraciones lo que se puede deducir es que no tiene muchas ganas de debatir.

Campaña dura
Con o sin debate el PP llevará a cabo una campaña dura y agresiva, territorios en los que desde los tiempos de Aznar siempre se movió muy bien. El objetivo no solo es taponar las vías de agua de votos hacia Ciudadanos o a la abstención, sino incluso recuperar votos perdidos y que no sean precisamente sus votantes los que se queden en casa. En contra de lo que se dice, el PP sale a mejorar los resultados del 20-D aunque públicamente sus cargos rebajan expectativas precisamente para movilizar a sus votantes.
No obstante, el enfrentamiento entre Arriola y Moragas no es menor, aunque un cargo de Génova le restó importancia a ELPLURAL.COM señalando que se trata de "divergencias entre un señor de 68 años y otro de 50 años", lo que hay en el fondo es todo un pulso de poder interno.