Muchas personas, con más de tres años de experiencia en el carné B, deciden, cuando llega el buen tiempo, aparcar el coche y pasarse a una moto o scooter de 125 cc. Conviene aplicar una serie de técnicas para no llevar un susto.

Seguro que no es la primera vez que alguien de tu entorno, con más de tres años de experiencia en el carné de coche -el carné B- decide darle una oportunidad a la moto o el scooter para aprovecharse de las ventajas de trasladarse más rápido a los sitios, no tener problemas de aparcamiento o no tener que abonar el parquímetro diario que con el coche estás obligado a pagar. 

Muchas de estas personas se benefician de la legislación española que contempla que los conductores con permiso tipo B (el habitual de turismos de hasta ocho plazas y menos de 3.500 kilos) pueden circular también con las motocicletas correspondientes al carné A1, es decir, de una cilindrada tope de 125cc, una potencia de hasta 11 Kw. (15 CV) y una relación potencia/peso máxima de 0,1 Kw/Kg y triciclos de motor cuya potencia máxima no exceda de 15 kW (20 CV).

Para todos ellos hay que decirles que el cambio del coche a la moto, si es que nunca se han subido a una de ellas, no es tan fácil como parece y conlleva ciertos peligros que deben conocer. Para ello, desde Fórmula Moto os traemos una serie de consejos prácticos que estos principiantes de las motos o el scooter deben tener en cuenta si no quieren tener un susto a la hora de cambiar las cuatro por las dos ruedas.