Este domingo se cumple el quinto aniversario de la acampada en la Puerta del Sol más famosa de la historia. Allí nació el movimiento 15-M, catalizador de todo el malestar social generado por la crisis y especialmente de los jóvenes, a los que se les acusaba de ser 'ni-ni' (ni estudian ni trabajan) cuando no tenían posibilidades de encontrar trabajo ni de emanciparse. Esa situación les llevó a desencantarse del 'régimen del 78', la llegada de la Democracia que, si mejoró y mucho, la vida de sus padres y abuelos. José Luis Rodríguez Zapatero era el Presidente del Gobierno, muchos le pidieron que mandara los antidisturbios a la Puerta del Sol. Ni se le pasó por la cabeza, según cuenta a ELPLURAL.COM antes de viajar a República Dominicana donde será observador internacional en las elecciones que celebrará este país. Allí estará en el quinto aniversario de la acampada que se hizo mundialmente famosa.

"Siempre luché por un país libre"
A medida que pasaban los días y la acampada del 15-M se hacía mundialmente famosa, aumentaban las llamadas a la Moncloa pidiendo que se desalojara la Puerta del Sol, aunque fuera por la fuerza. Se intensificaron además cuando la entonces Presidenta dela Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, lideró las críticas y protestas de comerciantes dela zona por la "cochambre".

Pero también hubo diputados y cargos del PSOE que llamaron para justo lo contrario: "eran sobre todo diputados y cargos jóvenes que temían que un Gobierno socialista mandara a la policía", explica Zapatero, quien sostiene que "fue una protesta pacífica, y cualquiera que me conozca sabe que no hubiera sido capaz de ordenar una acción policial contra miles de ciudadanos que libremente ocupaban Sol. Toda mi vida luché para vivir en un país en el que se pudiera ejercer el derecho a la protesta pacífica, cambiar de opinión por estar en ese momento en el Gobierno hubiera sido una contradicción imperdonable para mía, para nosotros".

Críticas por no desalojar
"No nos planteamos el desalojo, aunque recibí críticas por ello", dice el ex Presidente, quien recuerda especialmente la 'presión' de Esperanza Aguirre, pero también de organizaciones empresariales. "Respeté la protesta y el 15-M porque quienes estaban allí eran ciudadanos libres que ejercían sus derechos democráticos, tenían los mismos derechos que quienes estábamos en el poder".

"Me quitaba el sueño la crisis, no la protesta"
Preguntado si la famosa acampada le quitó el sueño durante esos días, el ex Presidente responde tajante que lo que le quitaba el sueño "era la crisis. Lo que me angustiaba no era la protesta, sino sus causas sociales y las serias dificultades que tenía como Gobernante para dar respuesta a las mismas. Era -todavía es- una crisis global a la que tenía que responder Europa en su conjunto, un Gobierno nacional apenas tenía margen de maniobra, pero -lógicamente- las protestas aquí se dirigían contra mí y mi Gobierno".

"Indudable transcendencia política"
Para Zapatero el movimiento 15-M nacido como consecuencia de la crisis y escenificado en la acampada de Sol "tiene una indudable transcendencia en el devenir político de nuestro país. De ahí surgió Podemos". Sin embargo, considera que "aún necesitamos más perspectiva para conocer realmente qué cambios y de qué profundidad ha provocado el 15-M en la sociedad española".

En vísperas electorales
La acampada en Sol comenzó 9 días antes de las elecciones municipales y autonómicas en las que Zapatero y el PSOE ya sabían que no tendrían un buen resultado. El expresidente nunca vio una 'mano negra' en la organización de la acampada, cree que fue espontánea y "esencialmente pacífica". Vivió el resultado electoral, demoledor para su partido "con la lógica tristeza" pero con "la actitud que he mantenido toda mi vida: la esencia de la democracia es la aceptación de los resultados electorales".