Hablar con Sergio de Otto es abrir una caja de Pandora que políticos y grandes empresas preferirían que siguiese cerrada durante muchos años. Ha vivido desde dentro todo el debate y el proceso de la definición del nuevo modelo energético en nuestro país. Un proceso que considera "imparable", a pesar de la "legislación del gobierno del PP". 

Le sugiero un experimento. Antes de empezar a leer esta entrevista, revise sus recibos de la luz de los últimos años. Observe cuánto se ha incrementado. Pero no solo en la cifra final, sino sobre todo, con respecto a sus propios ingresos. ¿Qué porcentaje del presupuesto total de su hogar supone la energía? Si lo desea, puede incluir también su gasto en gasolina. 

Si es usted un ciudadano normal, casi seguro que el peso de la energía en su gasto mensual es ahora mucho mayor. ¿Por qué? ¿Por qué en un país en recesión, en un entorno de mayor oferta energética, seguimos pagando más por la electricidad? Para Sergio de Otto, Patrono de la Fundación Renovables, que lleva más de seis años luchando por un modelo energético más "justo para todos", hay un motivo muy claro: "durante los últimos años, se ha estado legislando a favor de las grandes empresas eléctricas".

"Los gobiernos del PP de los últimos diez años han legislado a favor de las grandes empresas eléctricas"

De Otto reconoce que es muy complejo explicar lo que ha sucedido en el recibo de la luz en este país, "porque viene desde muy atrás". En un primer momento, se debió a la necesidad de cumplir con los criterios de convergencia con la Unión Europea y después, "en el gobierno del Partido Popular de la anterior legislatura, se pactó con las eléctricas contener el incremento del precio de la luz. Eso dio origen al déficit de tarifa y, cuando nos hemos puesto al día, ha sido un impacto grande". 

Lo que, a su juicio, es indiscutible, es que ese incremento nada tiene que ver con el coste de las renovables, tal y como se ha intentado apuntar en algunas ocasiones. "Las primas a renovables han podido ser de 35.000 millones de euros y los beneficios de las grandes eléctricas de este país suman más de 50.000 millones de euros", explica.

Esos beneficios son, a su juicio, excesivos. "No es normal que en un país en el que el pago del recibo de la luz se ha convertido en un problema en muchos hogares, se mantengan unos beneficios insólitos en las grandes compañías eléctricas, que doblan en su margen al de las eléctricas europeas". 

"En los últimos años, la demanda ha bajado un 11 por ciento, hasta niveles de 2006 y 2007. Pero las grandes compañías eléctricas han incrementado sus beneficios. Y eso solo tiene una explicación: que se ha legislado para ellos", resume de Otto. 

Pobreza energética en España

El principal drama del incremento del coste de la luz, sin embargo, se encuentra en la vida cotidiana de muchas familias españolas, para quienes el pago del recibo de electricidad supone un quebranto en su presupuesto. La reducción en los ingresos de las hogares y la subida del precio de la energía ha incrementado una realidad de la que pocos hablan. "En España hay pobreza energética. Hace cuatro o cinco años,  la Asociación de Ciencias Ambientales publicó un informe llamando la atención sobre este problema, que ya se había estudiado en algunos países como el Reino Unido y sobre el que la Unión Europea había advertido, y que en nuestro país se ha agravado".

"6,2 millones de personas viven en condiciones de pobreza energética en España"

El año pasado, Economics for Energy, un centro de investigación especializado en el análisis económico de las cuestiones energéticas, participado por universidades, empresas y fundaciones, publicaba un informe sobre "Pobreza energética en España", en el que señalaba que 6,2 millones de personas viven en condiciones de pobreza energética en nuestro país. Entre un 8 y un 9 por ciento de los hogares. Aunque las cifras podrían ser más elevadas [hay que tener en cuenta que este centro cuenta entre sus socios con empresas como Iberdrola, Acciona y Gas Natural Fenosa]. 

Los estándares para definir qué es pobreza energética se basan en diferentes criterios, desde el porcentaje de ingresos dedicados al pago de energía, hasta la imposibilidad de mantener la temperatura del hogar por encima de los 18º. Según de Otto, "[en España] en los últimos años, este problema se ha agravado porque los precios de la luz han subido hasta un 80 por ciento y los salarios o los ingresos de los hogares se han mantenido o reducido".  El problema no es solo de incomodidad, muchas personas fallecen como consecuencia del frío o de agravamiento de enfermedades por las bajas temperaturas en sus casas.

Para solventar esa situación "hay que enfocar la energía como un derecho básico, no solo un negocio. Y los poderes públicos deben garantizar el acceso a ese derecho, como se hace con la educación y la sanidad". 

Un nuevo modelo

Para conseguir un "uso inteligente" de la energía, de Otto considera que hay que crear un nuevo modelo energético en el que "el ciudadano esté situado en el centro. "Queremos que quienes hoy son solo consumidores, sean productores, gestores y usuarios de la energía". Aunque no va a ser fácil, por "el peso del oligopolio energético". 

En esa nueva ordenación del panorama energético, serán claves el autoconsumo y la creación de redes de distribución pequeñas, algo que se está haciendo ya en algunos ayuntamientos de Europa. Y en la que,  por supuesto, no se excluye a las grandes empresas eléctricas. "En vez de luchar contra el futuro, lo que deben hacer es encontrar su sitio en él".

Una verdad incómoda

Es, probablemente, uno de los personajes más incómodos para las grandes empresas del sector energético. Como el propio Al Gore, pero en nuestro entorno, ha denunciado de forma constante esa "verdad incómoda" del control de la legislación por un oligopolio que "mira por sus intereses, en lugar de los del conjunto de la sociedad".

"Queremos que quienes hoy son solo consumidores, sean productores, gestores y usuarios de la energía"

No lo podía hacer solo. Por eso, hace seis años, un grupo de personas procedentes de muchos orígenes diferentes, desde el mundo empresarial, hasta la universidad, decidieron unirse bajo un denominador común: su preocupación por incluir en el debate sobre el nuevo modelo energético la voz de los ciudadanos, que –hasta ese momento- había estado controlado por las grandes empresas. Nacía así la Fundación Renovables, que impulsaba un cambio de modelo energético "lo más rápido posible, porque era bueno, oportuno, necesario y un buen negocio para el conjunto de la sociedad", según de Otto. "Aquí estamos todos a título particular, ponemos nuestro dinero y nuestro conocimiento para participar en ese debate".

De Otto se despide de nosotros con la sonrisa de quien es consciente de que es solo cuestión de tiempo que sus reivindicaciones se hagan realidad. "Están ganando tiempo, pero saben que es un proceso imparable".