Las manidas frases hechas del estilo “crearemos X puestos de trabajo”, “hay que poner en marcha políticas sociales que contribuyan a mejorar la vida de colectivos vulnerables...”, se quedan prácticamente en el olvido tras un perído electoral cualquiera.

Para la realidad cotidiana están las llamadas empresas de innovación social. Ellas, y las personas que las ponen en marcha, son los héroes en situaciones como la actual.

Koiki es una de esas ideas. Surgió para conectar tres necesidades: empresa, innovación e integración. Siempre anteponiendo la persona a la cuenta de resultados. Su creador es Aitor Ojanguren, un hombre con experiencia en el mundo de la logística.

Se trata de un proyecto de innovación social que persigue atraer y generar puestos de trabajo para colectivos vulnerables “con discapacidad intelectual, salud mental y otros en riesgo de exclusión”, explica. Cada 'koiki' es como un repartidor de proximidad, o “carteros o porteros de barrio, también nos llaman”.

Cuando quiere el comprador

La iniciativa cambia “el modelo de envíos a domicilio” de manera sencilla y con un beneficio social enorme. “Lo que hacemos es recoger los envíos de las empresas de transporte en nuestros centros para, una vez allí, ponernos en contacto con el destinatario y saber a qué hora estará en su casa para entregárselo”.

Las empresas de comercio electrónico ven en ellos el complemento ideal a las de logística ¿En cuántas ocasiones tras comprar algo por internet resulta complicado estar en el domicilio para recibirlo? Koiki soluciona el inconveniente. Lo hace formando y creando empleos destinados a esos colectivos castigados o, simplemente, olvidados por la recuperación.

La empresarial también es importante porque significa su supervivencia. Se trata de un sector -tranporte y la logística- muy importante en España. Su crecimiento a corto y medio plazo está fuera de duda debido al previsto incremento del ecommerce, a lo que contribuiye que el 80% de los compradores online quiere recibir el pedido en su hogar.

Cuarto concepto: sostenible

“Con nosotros -afirma Aitor Ojanguren- la empresa evita dar vueltas por el barrio, con lo que ahorra costes y contaminación”. Los 'koikis', cuando realizan un reparto, lo hacen andando o en bicicleta, “siempre en trayectos muy cortos y respetando el medio ambiente”. Entra en escena el cuarto de los conceptos, la sostenibilidad.

En la actualidad Koiki funciona en 11 entidades sociales de Guipuzcoa, Girona, Barcelona y Madrid. “Se establece como un taller para aprender una profesión al tiempo que damos visibilidad al colectivo”. Reconoce su creador que “el papel de las familias es clave”. Siempre hay quien no está dispuestos a que sus hijos tomen parte en la iniciativa, pero “aquellos que sí participan están encantados. Es una actividad física y mental que les gusta y les otorga cierta independencia”.

La cosa va bien”

Esta es la primera fase del proyecto. Una vez concluyan la formación regresarán a su barrio con la meta de empezar a trabajar en él. A la vista de cómo funciona (trabajan con Carrefour no Food, DHL, Bodeboca o el programa de Puntos Estrella de “la Caixa” a juicio de Ojanguren “la cosa va bien”. 

Por cierto, en un empresa de innovación social la transparencia siempre es una prioridad. Para esta también. Un ejemplo de ello está en la claridad y naturalidad para explicar a qué dedican cada uno de los euros que reciben. “A las tiendas online les cobramos 1,50 euros por paquete, de los cuales al 'koiki' le pagamos 1,25 euros”, es decir, con “40 paquetes al día llegan a un sueldo de 1.000 euros”. Los 0,25 restantes son la base del mantenimiento de la empresa. “Somos sostenibles económicamente pero nuestro objetivo, para eso nació Koiki, es generar empleos”.

Reconocimientos

En su corta existencia, el trabajo de Koiki ha sido reconocido en varias ocasiones. Obra Social “la Caixa” la ha seleccionado como uno de los 20 proyectos con mayor impacto social. “El impulso ha sido muy fuerte”, dice su fundador, que se pregunta “si estaríamos aquí si Obra Social 'la Caixa' no hubiese apostado por nosotros... y no hablo sólo de la parte económica”.

Además, el Banco Europeo de Inversiones la nombró mejor empresa de innovación social del continente, en el marco del Social Innovation Tournament, al que concurrieron 340 candidatos de 29 países. 

“Estamos trabajando con 15 chicos que son del colectivo de discapacidad intelectual” aunque los siguientes pasos se centrarán en la salud mental, sordos y parados de larga duración mayores de 50 años, “otros de los grandes olvidados y castigados por esta crisis”.