Parece increíble, pero es cierto. Después de que 35 personas perdieran la vida en los dos recientes atentados en Bruselas, después de que se consiguiera identificar a los terroristas y arrestar al único que no se inmoló, después de que sobre Bélgica llovieran las críticas por supuestos errores que podrían haber predicho lo ocurrido, tras todo esto, las autoridades de Bélgica han dejado en libertad a ese principal acusado por “falta de pruebas”. Parece que se equivocaron de hombre.

Fayçal Cheffou, conocido en los medios locales como el misterioso hombre del sombrero, está desde este lunes en libertad por ordenamiento judicial. Tras ser identificado, fue detenido el sábado por ser el tercer hombre que aparecía en las grabaciones junto a los terroristas que atentaron en el aeropuerto de Bruselas. Sobre él, pesaban los cargos de liderar actividades de un grupo terrorista, participar en asesinato terrorista y en una tentativa de asesinato terrorista. 

Los indicios que llevaron al arresto del llamado Fayçal C. no han sido corroborados por la evolución de la instrucción en curso. En consecuencia, el afectado ha sido puesto en libertad por el magistrado instructor”. Con estas palabras, vía comunicado, el Ministerio Fiscal federal ha anunciado su puesta en libertad al no existir suficientes pruebas que lo relacionen con la autoría de la masacre de Bruselas, ni con los atentados del pasado mes de noviembre en París.

Horas después de producirse los atentados, un taxista que había llevado a los tres supuesto terroristas hasta el aeropuerto de Zaventem, identificaba a Cheffou. Pese a ello, algunos medios locales manejaban informaciones que aseguraban que Cheffou podía no ser “el terrorista del sombrero”.

La Policía belga difundió un vídeo en el que se mostraba a un hombre con sombrero empujando un carrito junto a los otros dos terroristas, apuntando a que ese sería el tercer terrorista que huyó sin explosionar su maleta y al que había que buscar. Tas las dudas sobre su identidad, el sábado, la prensa publicaba que, efectivamente, Fayçal Cheffou, era un periodista freelance, el hombre del sombrero y con un pasado un tanto turbio y ligado a otros acontecimientos. Por ejemplo, su hermano, fue abatido por policías en 2002 durante un tiroteo mientras portaba granadas.

Este lunes, un juez ha aclarado las dudas: Cheffou no es el terrorista buscado. El taxista se confundió y la histeria colectiva tras los atentados hizo el resto. Si esta liberación deja algo claro, es que el caos reina en las investigaciones y que todavía queda un terrorista huido.

 

Los atentados dejan 35 muertos 

En medios de esta confusión y de investigaciones que dejan que desear, las autoridades belgas han dado a conocer que el número de víctimas por los atentados ha aumentado hasta los 35 fallecidos.

Según ha explicado el Gobierno, cuatro personas han muerto por sus heridas mientras estaban ingresados en el hospital. "Cuatro pacientes han fallecido en el hospital. Los equipos médicos hicieron todo lo posible. Ánimo a todas las familias", ha informado el gabinete de la ministra belga de Asuntos Sociales y Salud Pública, Maggie De Block. El anuncio, se ha hecho en Twiter.

Por el momento, el Centro de Crisis de Bélgica, las autoridades y forenses belgas han conseguido identificar a 28 víctimas mortales y otras tres están pendientes de verificaciones de ADN.