La senadora autonómica del Partido Popular por la Comunidad de Valencia y alcaldesa de esta ciudad durante los ultimos 25 años (el 13 de junio de 2015 tuvo que dejar el sillón municipal), Rita Barberá, ha dejado en evidencia por enésima vez a la que se dice que es “número dos” de Mariano Rajoy y secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, cuya gestión al frente del partido ha entrado en una patética situación como lo prueba la frase de moda en la sede “popular” de Madrid, sita en la calle Génova número 13, donde se dice: “Mandas menos que Cospedal”. Y es que, siempre según fuentes de los “palacios de invierno” del PP nacional, “Dolores está en caída libre y ya ni siquiera Mariano Rajoy está dispuesto a abrir sus brazos para minimizar el batacazo que ya sufrió en mayo de 2015 al perder la presidencia de Castilla La Mancha, derrota ratificada y ampliada por la pérdida de más de 70.000 votos y dos diputados en Toledo en las elecciones generales del 20-D, cuyo cartel encabezaba la propia Cospedal”, dicen nuestras fuentes, que lamentan la falta de liderazgo de “Dolores y su inexplicable servilismo con Rita, que le ha hecho callar a través de los ya conocidos mensajes amenazantes”, añaden.

Persona muy grata” para Rajoy sin saberlo Cospedal

Cómo será el ostracismo que sufre Cospedal en la séptima planta y en el resto el partido, que hasta la alcaldesa de la pequeña localidad toledana de Guadamur (1.900 habitantes), Sagrario Gutiérrez, puenteó a su secretaria general y presidenta del PP en Castilla La Mancha cuando la corporación que preside decidió, con los votos del PP, claro, conceder a Mariano Rajoy el título honorífico de “persona muy grata” de la localidad, en claro acto de desagravio tras ser declarado “persona no grata” por el ayuntamiento de Pontevedra. “Dolores se enteró, como se dice, por la prensa”, ironizan nuestras fuentes. El caso es que el día del padre, 19 de marzo, el presidente en funciones visitó este pueblo “satélite” de la ciudad de Toledo para recoger emocionado “tan alta distinción”, sin subrayar en su intervención, como venía siendo habitual, la figura de su seceretaria general que, impertérrita, asitió al acto organizado por Nuevas Generaciones, que también ninguneó a la número dos del partido.

Los triunfitos” le desautorizan

Y es que aquellos días en los que Cospedal decidía unilateralmente renovar la sede del PP, pagada con dinero B, cambiar los despachos, echar a Luis Bárcenas a otra planta e imponer la ley del silencio, forman ya parte de un pasado que los nuevos valores “populares” ni quieren “ni pueden reivindicar”. El caso es que los llamados “triunfitos” de la séptima planta, los vicesecretarios Fernando Martínez-Maillo, Javier Maroto, Andrea Levy y, sobre todo, Pablo Casado, han silenciado a la que en teoría debería ser su jefa inmediata, prohibiéndole hacer declaraciones institucionales y anulando a su otrora poderosa maquinaria mediática, “siempre dispuesta a intoxicar y filtrar intencionadamente maldades internas”, que ahora debe pasar el filtró del vicesecretario de Comunicación y diputado por Ávila, que no esconde “su animadversión con Cospedal”, añaden, “que, eso sí, logró imponerse a todos cuando decidió asistir la otra noche a la Sexta, ya que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar”.

Cuando Rita le hizo callar

Desautorización, con la complicidad silenciosa de Mariano Rajoy, que se precipitó cuando Rita Barberá “hizo callar a Cospedal delante de numerosos líderes del PP”, continúan nuestros interlocutores, en el momento en que la secretaria general intentó con “la boca pequeña” que la exacaldesa, calada hasta los huesos por presuntos casos de corrupción en la ciudad de Valencia, con el caso Imelsa como punta del iceberg, diera un paso atrás y se sometiera a la disciplina del partido. “Barberá le recordó que ella (Cospedal) es quien es gracias a su apoyo, y que su implicación en la corrupción política de Valencia era como en Castilla La Mancha (en referencia a la mordida de los 200.000 euros), o sea, nada, según Rita”. Situación que precipitó la desautorización de “Los triunfitos”.

Ni me representa, ni la represento”

Silencio que preocupaba, y de qué forma, entre los jóvenes llegados a la planta séptima de Génova 13. Tanto es así, que el vicesecretario de Sectorial, Javier Maroto, ante la inanición política de Cospedal sobre el caso Rita Barbera, a quien aún hoy Cospedal sigue defendiendo, tuvo que salir al paso y pronunciar la frase que puso a cada uno en su lugar: “ni esas personas me representan ni yo les represento a ellos”, sentenció el exalcalde de Vitoria, dejando claro que el PP no estaba dispuesto a aguantar “las chulerías de Barberá”, cuyas explicaciones no convencieron a los jóvenes dirigientes, que en contra de la opinión de Cospedal abrieron expediente informativo a la toda poderosa Rita...y la caja de Pandora se abrió por los cuatro costados.

Los concejales, tampoco hacen caso a Cospedal

No es exagerado afirmar, entonces, como así lo mantienen nuestras fuentes, que “Cospedal no manda nada, o casi nada”. De otra forma es difícil entender que los concejales valencianos imputados en el caso Imelsa se nieguen a dejar su acta antes del 5 de abril bajo pena de expulsión. Rechazaron las directrices fijadas en teoría por Cospedal al ser la responsable territorial (en teoría) del partido, y ya nadie recuerda aquél verano “de poderío” en el que la “generala secretaria” del PP se cargaba al secretario general de la formación política en Valencia, Ricardo Costa, ante la oposición del presidente (“dios”) del partido y de la Generalitat, Francisco Camps. ¡Ay! aquellos maravillos años.