Tras varias semanas sin mantener relaciones, políticas, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han tenido hoy un acercamiento por iniciativa del líder socialista para poner fin a las hostilidades y mantener “antes de Semana Santa” una reunión bilateral para “normalizar el diálogo”. Las conversaciones quedaron rotas a finales de febrero, poco antes de la sesión de investidura en la que Iglesias se mostró muy duro con el candidato del PSOE.

“A pesar de las diferencias de criterio” sobre la formación del Gobierno”, ambos coinciden que “es positivo normalizar el diálogo”. El escenario, hoy, ha sido una conversación telefónica que ha iniciado Sánchez después de que ayer se intercambiaran varios mensajes de teléfono para intentar cuadrar el mejor momento para hablar.

En ese cuarto de hora, han hablado de la posible formación de un gobierno, pero también de la crisis humanitaria de los refugiados y las intenciones de la Unión Europea de hacer deportaciones en masa. Una materia en la que ambos mantienen la misma posición de rechazo. Un pequeño inicio para retomar las relaciones que Podemos rompió el 24 de febrero tras la firma del pacto del PSOE con Ciudadanos.

De hecho, tras ese acuerdo, que no llegó a desembocar en la investidura de Sánchez, ambas formaciones aseguraron que dicho texto sería la base para negociar con otras formaciones. Sin embargo, Sánchez acudirá a la reunión con Iglesias en solitario, sin la compañía de Albert Rivera. Esta premisa de ir a las reuniones juntos había provocado mucho cachondeo y chanzas de otros partidos asegurando que tendrían que “ir del brazo”.

Sin embargo, Sánchez ha cedido en este aspecto y en otro más. Porque siempre que Iglesias le había ofrecido reunirse con él, el líder socialista siempre había remitido a que se encontrasen los equipos negociadores. De hecho, la semana pasada, el PSOE y Ciudadanos remitieron una carta a Podemos, al igual que a otros grupos, invitándole a una reunión a tres bandas de los equipos negociadores, sobre la que aún no hay fecha.

A pesar del avance, la portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha empezado ya a poner trabas y ha alertado al PSOE de que si piensan negociar sobre el documento pactado con Ciudadanos “va a ser muy difícil, por no decir imposible” que se pueda alcanzar un acuerdo de gobierno.

De momento, en Ciudadanos se han tomado la reunión sin ellos bien o, al menos, le han restado importancia por boca del secretario del grupo, Miguel Gutiérrez, quien piensa que el encuentro está más encaminado a que ambos líderes limen asperezas entre ellos.

Con más alegría ha recibido la noticia Joan Baldoví, portavoz de Compromís, formación que siempre ha apostado por realizar un gobierno “a la valenciana”. "¡Magnífica noticia! ¡Aleluya! ¡Albricias!", ha celebrado Baldoví, tras la reunión que han mantenido con PSOE y Ciuidadanos. De hecho, ha destacado el “cambio de actitud” en la formación naranja que demuestra que "esto se está acabando y hay que llegar a un acuerdo".