Elena Herreros formaba parte del medio centenar de periodistas y voluntarios detenidos el lunes por policías y militares macedonios cuando acompañaban a más un millar de refugiados sirios en su intento de abandonar el campamento griego de Idomeni. Con la particularidad de que esta colaboradora de 'LaSexta' no fue retenida junto a sus colegas de profesión sino que la golpearon y retuvieron junto a los sirios al grito de "ahora vas a vivir como un refugiado"

Hartos de esperar
Herreros empezó la jornada exponiendo en su cuenta de Twitter y documentando cómo los refugiados comenzaron a caminar "hartos de esperar en la frontera de Idomeni" y los acompañó junto a otros compañeros, cruzando el río hasta llegar a un punto en el que ya estaban en el interior de Macedonia, sin que ellos fueran conscientes. Los militares del país les hicieron parar a todos y a los periodistas se los llevaron arrestados a comisaria "ya que habian entrado en el pais de manera ilegal, sin presentar pasaporte" pero ella, en ese momento, estaba detrás con un grupo de refugiados y no se enteró de que habían separado a sus compañeros. 

Apartada y golpeada
Cuando la policía macedonia vió que la periodista española llevaba una cámara de fotos "me apartaron a gritos, zarandeándome" y la llevaron detrás de una casa abandonada donde al registrar su bolso y comprobar su tarjeta de prensa internacional, se enfadaron aún más y la golpearon: "
Me tiraron al suelo y me pegaron cuatro patadas con las botas de punta de acero en las piernas, costillas y un brazo. Me devolvieron con los refugiados y me dijeron: 'Ahora vas a vivir como un refugiado'. Nos retuvieron en medio del campo durante nueve horas sin darnos agua, ni comida, ni permitirnos ir a mear. Los refugiados me prestaron sacos de dormir e hicieron una hoguera para entrar en calor, hacía mucho frío y estábamos mojados". A última hora de la noche llegaron tanques militares macedonios donde les subieron "e hicieron una devolucion en caliente por la valla con concertina a Grecia". 

Experiencia con la que vio otra cara
ELPLURAL.COM ha podido hablar con Herreros sobre su experiencia y explica que lo pasó mal y tiene magulladores de los golpes, pero que también era consciente de que tarde o temprano volvería a un hotel mientras los refugiados seguirían sufriendo las mismas adversidades
Asistió entre otras cosas a cómo la Policía apeleaba a un refugiado por salirse de una fila para buscar a su hijo. "Ves cómo los tratan en algunos países, cómo no les sorprende que los reciban a golpes porque es algo habitual, sin embargo hablan bien de la Policía griega".

La periodista advierte de que ahora se vive una gran incertidumbre entre los refugiados ante el inminente acuerdo de la UE con Turquía que les dificultará aún más las cosas, y la mayoría se mantiene a la espera de que sean reubicados en alguno de los 15 campos que se están habilitando en Grecia. Pero son conscientes de que el plan para reubicarlos luego dentro de la Unión Europea no les da opción de elegir país y de que la estancia en los campos puede alargarse hasta dos años, por lo que buscan ya salir del país heleno. "Algunos marroquíes por ejemplo hablan de volver a su país pero cuando se trata de sirios se niegan a abandonar el sueño europeo después de huir de la guerra y de lo que les ha costado llegar hasta aquí", explica la periodista.