España es el país de la Eurozona donde se ha realizado la mayor concentración bancaria durante la crisis. En tan solo cuatro años, entre 2010 y 2014, la desaparición de las cajas de ahorros y sus fusiones para convertirse en bancos han dejado el sector a menos de la mitad. El grueso de fusiones y compra-ventas se realizó en los dos últimos años del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como cortafuegos a la crisis financiera y para devolver credibilidad al sector. Durante los dos primeros años de gobierno de Rajoy solo se produjo un acontecimiento realmente relevante, la nacionalización de Bankia tras su quiebra (y posterior petición del rescate financiero). Como consecuencia de la reestructuración del sector miles de trabajadores o perdieron su empleo o se prejubilaron anticipadamente. Ahora se anuncia otra ronda de despidos.

Otra vuelta de tuerca
El Banco de España está empeñado en que el sector financiero español se comprima aún más y pretende que haya una nueva ronda de fusiones y/o adquisiciones. Además la re-privatización de Bankia se acometerá antes o después, pero con los tipos de interés en negativo por primera vez en la historia de la economía, la banca tiene que reducir costes.
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), cree que la nueva ronda de fusiones implicará una reducción de plantilla de otros 14.688 empleados hasta el 2019 y el cierre de unas 3.000 oficinas más.
Precisamente la falta de gobierno y la incertidumbre sobre lo que pueda pasar ha retrasado los planes de nueva concentración en el sector. Si el Banco de España apremiaba a finales de 2015 para que se llevaran a cabo, ahora se han frenado dichos planes a la espera de que haya un nuevo gobierno.

50.000 empleos menos
Solo entre 2.012 y 2015 se cerraron casi 7.000 sucursales en toda España (de 37.903 a 31.021 según Funcas) y la plantilla pasó de 231.389 a 194.688 trabajadores. Ahora los estudios que maneja la Fundación de las antiguas cajas señala que la plantilla total e reducirá hasta los 180.000 empleados y 28.000 oficinas. Con ello entre el 2012 y el 2019 se habrán perdido más de 50.000 puestos de trabajo en la banca en solo 7 años.