Imagen del estado en que quedó la placa de homenaje a Franco. Foto: Ayuntamiento Guadiana del Caudillo



Desde hace unas semanas Guadiana del Caudillo es noticia. La placa que, hasta la semana pasada, ocupaba su espacio en la fachada del Ayuntamiento de la localidad extremeña, ha tenido que ser retirada. Alguien decidió que este homenaje a Francisco Franco, para 'agradecer' su labor como creador del pueblo, no se puede mantener.

No sirvieron para protegerla o dar con el o los autores la cámara de vigilancia y la cubierta de metacrilato que el alcalde del pueblo, el 'popular' Antonio Pozo, decidió instalar. Así lo ha confirmado a ELPLURAL.COM el dirigente del PSOE local, Fernando Fernández, a quien el PP ha anunciado "que cuando la restauren volverá ponerla".

'Apellido' franquista
Cabe recordar que, tal y como informó este medio, en 2012, el entonces presidente extremeño, José Antonio Monago, acudió al pueblo para celebrar su segregación. De pedanía se transformaba en municipio. Sin embargo, aquella 'independencia' arrastraba un dato importante: el apellido Del Caudillo.

Este hecho ha sido ya denunciado para que, junto a otros 10 pueblos que incluyen en su nombre referencias al dictador o su régimen, las retiren en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

Guiños al régimen
La cámara de vigilancia, la mampara de metacrilato para resguardar la placa o un comunicado municipal en el que se señala que un "acto vandálico" ha dañado "el patrimonio histórico", son solo algunos de los guiños al antiguo régimen del regidor.

Sin duda, en la figura del actual alcalde (con esta cumple su tercera legislatura), ha encontrado Monago a un seguidor y Franco a un conservador de su 'legado'.

Para ello ha recurrido al dinero público. Con él ha pagado la controvertida cámara aunque, según ha explicado Fernández,“desconocemos cuánto ha costado porque lo hemos preguntado pero no nos han contestado”.

Barracones de represaliados
La historia de Guadiana del Caudillo, además de por el 'apellido', está ligada al dictador desde otro punto de vista: la represión. Antes de que lo inaugurara (1951), como recuerda el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, "Franco se sirvió del trabajo de los represaliados, de los detenidos republicanos". A dos kilómetros del pueblo todavía se conservan las ruinas de los barracones en los que se hacinaban los presos políticos que “a pico y pala” crearon el canal de regadío (Plan Badajoz) que discurre a apenas 500 metros del municipio. Un dato que remueve conciencias en plena democracia.

El ambiente esta más que crispado. La oposición ha presentado varias mociones para eliminar los símbolos franquistas y dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica. Asimismo, como ha confirmado a ELPLURAL.COM, Fernando Fernández, los socialistas van a denunciar el asunto en los tribunales "para ver si la Justicia es la que puede impedir que vuelva a poner la placa". Mientras, el consuelo sigue siendo que en la señal de entrada al pueblo, alguien se dedica a borrar la conexión de su localidad con el dictador.