Caos en la organización, falta de controles y registros y masificación. Con estas palabras un grupo de jóvenes asistentes a la fiesta de Halloween del Madrid Arena y supervivientes de la avalancha han resumido ante el juez cómo vivieron la tragedia.

Según han explicado, pudieron acceder al recinto sin que se les registrara ni se les pidiera el DNI, pero hiendo aún más lejos, los testigos han asegurado que entraron a la fiesta hasta con garrafas de cinco litros en la mano y que nadie les dijo nada. Todo esto, dentro de un recinto "abarrotado", en el que "no cabía un alfiler" y con la presencia de muchos menores en el interior.

Aun así, han calificado lo vivido como una situación anómala, porque habían asistido a otros eventos en el Madrid Arena en los que no se habían producido masificaciones al existir los controles que se esperan ante una fiesta como la celebrada.

“Nos estábamos literalmente muriendo”
Hasta cinco jóveneshan testificado este miércoles en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid, aunque dos de ellas han acaparado toda la atención. Belén Sastre tenía 16 años en el momento de los hechos y Amor López tenía 17. Ambas estuvieron junto a las fallecidas Belén Langdon y Katia Esteban. Sus testimonios han dibujado con todo detalle la dramática escena de la avalancha mortal en la que ambas se vieron "encajadas", "acorraladas" y "atrapadas".

Belén Sastre iba al baño junto a Belén Langdon. Trataron de salir de la pista por un vomitorio, pero el personal de la puerta lo cerró. Acabaron intentando salir por en el que se dio la tragedia. "Ahí fue cuando todo el mundo quería entrar y nosotras salir pero los puertas empezaron a empujar".

"Nos caímos de la mano las dos al suelo, la dije vamos a levantarnos pero estábamos boca arriba. De repente nos empezó a caer gente, fue tan rápido que no te da tiempo a reaccionar, nos empezó a caer muchísima gente encima, no veía nada, estábamos cogidas de la mano en el suelo y tenía el brazo completamente torcido. No sentía las piernas por toda la gente que había encima", ha explicado.

La joven ha reconocido que llegó a verse muerta. "Ella (Belén) gritaba 'me muero no puedo respirar'. Y yo me dije, me muero ahora mismo, no puedo respirar, nadie me ayuda, era horroroso. Llegó un momento que dije si me tengo que morir aquí me muero. Me puse a rezar y me quedé inconsciente" hasta que, como ella ha dicho, "revivió".

Una sensación que ha explicado de la siguiente manera: "Es como cuando sales de la piscina y estás sin respirar muchísimo tiempo. No entendía nada de lo que había pasado, todo el mundo estaba gritando y llorando. Era inhumano". Nadie la ayudó después, ha añadido. Tampoco a Amor López, quien ha recordado como, de repente, se vio inmersa en la marea humana.

Coincidió con el inicio del concierto del DJ Steve Aoki. "Me empecé a agobiar porque mis pies no tocaban el suelo, salimos y no se cómo nos vimos encajados", ha explicado. "Sé que suena muy mal pero pisé a tres o cuatro personas para salir de la avalancha", ha apuntado la testigo, que fue rescatada por dos amigos.

"Nos estábamos literalmente muriendo",
ha subrayado la joven. En el mismo lugar estaba Sandra Fuentetaja que trataba de salir de la pista porque, ha precisado, "estaba a rebosar, no entraba un alfiler".