Imagen de los titiriteros de la Compañía Títeres desde Abajo en una de sus representaciones. Foto: Youtube



La defensa de los titiriteros en prisión provisional por su polémica obra en los Carnavales de Madrid niegan la acusación de un delito de enaltecimiento del terrorismo en

El recurso recuerda que el juez ha decretado prisión provisional por la comisión de un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo del art. 578, por "la exhibición, en el curso de una obra teatral, 'de una pancarta con la leyenda GORA ALKA-ETA', y adicionalmente la de otro presunto delito, este de incitación al odio del art. 510, cuya perpetración derivaría, siempre siguiendo el tenor del Auto ahora recurrido, de la escenificación de 'numerosas acciones violentas, tales como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez, el apuñalamiento de un policía y la violación de una monja y el apuñalamiento posterior con un crucifijo”.

No es la de mayor violencia
El recurso justifica que la obra de los titiriteros no es la "de mayor violencia que se ha producido en la historia del cine, teatro, televisión o literatura", y cita numerosos ejemplos. "No es, por tanto, la aparición de escenas violentas en una obra artística condición necesaria y suficiente para entender que el autor de la misma comete el delito del art. 510 C.P. que se imputa a mi representado, lógicamente, por cuanto lo contrario hubiera determinado el enjuiciamiento de la inmensa mayoría de los creadores y creadoras de este país", añade la defensa de los titiriteros.

Niegan el enaltecimiento del terrorismo
Los letrados justifican que la obra fue representada en Carnavales y  "por tanto, desde ese prisma, ha de ser interpretada como un ejercicio de humor, que puede resultar provocativo o hiriente".

Por otro lado rechazan que los autores de la obra "muestren conformidad con el contenido de la pancarta con la leyenda GORA ALKA-ETA y la justifican en el contexto de la representación.

Como Charlie Hebdo
"Se concluye, por ello, que, paradójicamente, la misma democracia que ahora homenajea a Federico García Lorca; que gritaba conmocionada “Je suis Charlie Hebdo”, sintiéndose ofendida por el brutal ataque fundamentalista a una revista satírica por atreverse a hacer una sátira de Mahoma, y reclamaba el derecho a satirizar; a realizar crítica o humor empleando para ello a Mahoma, Alá, Dios, o a la propia religión musulmana, ahora pone en marcha su maquinaria procesal, e imputa y ordena el ingreso en prisión provisional de unos autores que realizan una sátira humorística", añade el recurso.

Los autores reconocen que no es una obra para niños
Los abogados de los titiriteros alegan que "ambos imputados negaron en todo momento que la obra se dirigiera a un público infantil, o que hubieran ocultado a la empresa concesionaria de la programación las características de la obra, manifestando que, incluso, al principio de la obra, advirtieron al público concurrente de la existencia de escenas violentas, por si entendían era inadecuado para sus hijos".

"De hecho, puede observarse en la página web de la propia compañía teatral que la obra no está dentro de las catalogadas como “Espectáculos
Infantiles” sino en la única otra categoría, denominada “Teatro Popular”", explican los abogados.

No se volverá a repetir
En su escrito, los legados subrayan que los titiriteros no volverán a repetir "la obra de teatro en cuestión en evento público alguno. En primer lugar debido a una imposibilidad física: las marionetas empleadas, así como el atrezzo de la obra, fueron incautados por los agentes de policía que procedieron a su detención y no les han sido devueltos. Evidentemente, sin los títeres, resulta imposible repetir la función". Pero, además, añaden,  "resulta difícil pensar que tras haber sufrido en sus carnes una detención y un ingreso en prisión, vuelvan a exponerse al riesgo de
volver a verse privados de libertad por representar una obra teatral".