Iñigo Errejón y Pablo Iglesias en su época universitaria. Foto: Twitter.

 

 


Contra todo pronóstico, Pablo Iglesias anunciaba este viernes su ofrecimiento de pacto con el PSOE e Izquierda Unida para la formación de un Gobierno que estaría presidido por Pedro Sánchez y cuya vicepresidencia reivindicaba para sí mismo. Los hechos se precipitaban.

De este modo, Podemos volvía a ofrecer “puro espectáculo pirotécnico y trucos de prestidigitación” -tal y como lamenta Jordi Sevilla-, lanzando un Gobierno de coalición sin hablar antes con el PSOE, repartiendo sillones y deberes y metiendo en un lío a Pedro Sánchez.

Es el último “movimiento genial” de Pablo Iglesias y sus colaboradores más afines, capaces de liderar estrategias opuestas a sus principios sin despeinarse (“Podemos no aceptará ser vicepresidente del líder del PSOE”, dijo recientemente Iglesias) y de sacudir el sistema político a través de temerarios movimientos que el núcleo duro de Podemos lleva ensayando muchos años.

Los creadores del “escrache”, el “Pásalo” y el “15-M”
Es en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid donde Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa, Iñigo Errejón u otras figuras claves de Podemos como Ariel Jérez comenzaron a labrarse su sitio en la política.  Además del lugar donde impartían clase, para ellos el campus de Somosaguas fue una  especie de laboratorio social, en la que bajo el método de ensayo y error fueron perfeccionando su producto político.

De su mano nacieron los primeros escraches en nuestro país. El primero tuvo lugar en octubre de 2010, cuando decenas de alumnos -bajo la atenta mirada de Pablo Iglesias-, mostraron tarjetas rojas a Rosa Díez bajo la consigna  de “fuera fascistas de la Universidad”.

Iglesias y sus colaboradores más cercanos también fueron los primeros en utilizar las “movilizaciones en red” para sacudir el sistema. El 13 de marzo de 2004, y ante un Partido Popular que se empeñaba en ocultar la verdadera autoría de los terribles atentados de Atocha, desde Somosaguas alentaron y secundaron la desobediencia civil en la jornada de reflexión electoral a través de los famosos mensajes del “Pásalo”.

Y en gran medida, el 15-M también guarda conexión con la Facultad de Ciencias Políticas de Madrid. El movimiento que ocupó la puerta del Sol no es más que la prolongación de las Asambleas que durante años se llevaban celebrando en Somosaguas bajo el paraguas de Contrapoder, la asociación que fundaron Iglesias y Errejón a imagen y semejanza de los centros sociales italianos. Tanto es así que Monedero define al movimiento que se inició en Sol como “la Universidad en Plaza”.

“Extraterrestres omnipotentes”
La clave de Podemos es actuar como los protagonistas de la pregunta de examen que formulaba Juan Carlos Monedero a sus alumnos: “Han llegado unos extraterrestres a la tierra y son omnipotentes, tienen la capacidad de mejorar el sistema político español. Explique qué deben hacer”.  La respuesta es sencilla: sorprender a los poderes fácticos prestando especial atención a la utilización de los medios de comunicación.

Por ello, la carrera política de Iglesias comenzó en un plató de televisión. Y es en la televisión, con cuidadas escenografías como la rueda de prensa coral de ayer o la escena protagonizada la semana pasada por Carolina Bescansa y su bebé, desde donde Podemos gana a diario la batalla del lenguaje (casta, régimen del 78, nosotros los demócratas o vieja y nueva política) y expone sus nuevos marcos políticos, en los que es posible proclamar un nuevo gobierno de coalición sin haber establecido contactos previos con los hipotéticos aliados.